𝓓𝓮𝓼𝓬𝓸𝓷𝓸𝓬𝓲𝓭𝓸𝓼

XVII

Angelina

—Te hice una pregunta.

Irritada ante el interrogatorio de mi hermano adelanté el paso para ir a mi habitación.

—Con nadie Leo.

—¿Te escapaste a los suburbios para ir con nadie?

—Si.

—No me veas la cara de idiota, Angelina.

—Pero si ya la tienes...— musité empujando la puerta, mirándolo nuevamente al tenerlo cerca, alcé ambas cejas llevando una mano a mi boca al notar su expresión —Perdón, perdón.

—¿Es por un chico?— dejó pasar la situación.

—No, no es por un chico, no quiero saber nada de ellos justo ahora.

—¿Entonces que te llevó hacia allá?

—Quería comprar algo, es todo.

—¿Y tenías que ir hacia allá?

—Ya, Leo— me recosté en la cama, dándole la espalda y llevé una almohada a mi cabeza.

—Ya nada, respóndeme.

Exasperada solté un gruñido cargado de molestia, sentimiento que incrementó cuando Gemma habló.

—Debe ser un chico, si lo está ocultando de esa manera debe serlo.

—¡Que no es un chico!— alcé la voz —Y tú lárgate que no tienes nada que hacer aquí, maldita chismosa.

—¿En verdad no entiendes nada?

Mis ojos se abrieron al momento que tiró de mi mano acercándome a él, con un solo movimiento me llevó a sus piernas donde comencé a remolinearme.

—Noo, Leo.

—No puedes actuar de esta manera— atrapó mis piernas, impidiéndome el movimiento —Tampoco escaparte y mentir al respecto.

Bajé mis manos cuando alzó la falda de mi vestido pero con una de las suyas pudo sostener las mías.

—Leo no...Nate y Sam dijeron que...

—Pueden decir lo que quieran, estás bajo mi cuidado, no de ellos— dejó la tela sobre mi cadera —Y si no quieres hablar entonces te haré hablar ¿Quieres hacerlo por tu cuenta o empezamos?

—Solo quería conocer, he escuchado muchas cosas...

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Mordí mi labio inferior, tenía que pensar en algo para todo esto.

—¿Qué hacías allá?

—Te estoy diciendo la verdad.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

—No te creo ni un poco, Angelina.

—No hacia nada.

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Joder.

—¿Qué hacías allá?

—Nada...Mmhh

PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS

Apreté la mandíbula conteniendo mis quejidos, quejidos que no tardaron en aparecer cuando subió mi bata.

—No, no, no.

—¿Ya vas a hablar?

No se me ocurría absolutamente nada, debí planear algo con Sam y Nate...si supieran que esto estaba pasando lo colgarían, obviamente iba a decírselos.