Capítulo I: Una Nueva Aventura

10 3 3
                                    

Las festividades decembrinas, al igual que cualquier otro año, han llegado; hoy es 15 de diciembre, la nieve abunda por doquier y me encuentro llegando al estacionamiento de mi lugar de trabajo: la editorial "Allisha's Red Dawn" una de las editoriales más famosas de Boston, Massachusetts, llevo trabajando aquí desde hace más de cinco años, fecha en la cual me gradué  de la prestigiosa Universidad de Boston.

Supongo que tuve mucha suerte porque, gracias a Dios, había logrado realizar mis pasantías en esta editorial. Una vez culminado este período de prueba, mi jefa, la Srta. Parker, editora en jefe de la misma institución decidió que mis servicios eran muy buenos, útiles y realmente necesarios para la empresa, una ganancia y no una pérdida; por lo cual, me realizó una entrevista de trabajo en primera instancia y estructuró el contrato; también me dijo que tomara el tiempo que necesitara para rectificarlo y firmarlo.

Luego de un par de semanas después de la reunión decidí discutirlo con mi abogado para evitar cualquier inconveniente legal, también lo consulté con mis familiares y amigos cercanos. Una vez que tuve su aprobación, decidí llamar nuevamente a la Srta. Parker y le comenté mi decisión. Ella organizó otra nueva entrevista y firmamos el contrato. No solo estaría trabajando como redactora y correctora de textos en la editorial, sino que, más adelante, y luego de un meticuloso análisis de mis novelas, la Srta. Parker vio mi talento y me ha ayudado a producir y editar mis novelas. Ella se ha encargado de todo, la firma de autógrafos, presentaciones de novela, viajes para presentarme como escritora y todo lo relacionado con la publicidad y el mercadeo.

Aunque no lo crean, sigo ejerciendo como correctora y redactora, porque, aunque he tenido una muy buena trayectoria en el mundo de la escritura y ya me consagré como escritora, propiamente, eso no paga las cuentas y mucho menos el alquiler. De hecho, desde hace algunos meses he tenido un bloqueo de escritora muy preocupante. No encuentro la forma adecuada para eliminar este bloqueo y generar la  idea maestra para desarrollar mi próximo "Best Seller". He tenido algunos ases bajo la manga, pero no los suficientes para construir un imperio como Anne Rice o J.K. Rowling. Gracias a Dios la Srta. Parker ha tenido mucha paciencia conmigo, sin embargo, ya me está pisando los talones, lo cual es entendible si eres una editora y dueña de una de las editoriales más famosas de Boston. Esto a fin de cuentas es un negocio y los negocios requieren productos para generar mucho dinero.

Pensé que las vacaciones decembrinas me ayudarían a refrescar la memoria, pero desde hace mucho tiempo las mismas pasan desapercibidas para mí. Por lo general, mientras que todos los demás viajan a casa y pasan estas  épocas junto con sus familiares, yo me quedo en la oficina, como cualquier otro mes. Solo descanso el 24, 25, 31 y 1 ero de enero. De resto, sigo con mis responsabilidades laborales. No celebro navidad y desde hace mucho tiempo la paso sola en mi departamento. De vez en cuando acepto invitaciones de mis amigos, pero no son amigos cercanos, solo conocidos o colegas de trabajo. Nada más.

A pesar de que agradezco estas invitaciones disfruto de mi soledad y me encanta estar acompañada de mis  perritos siberianos: Hunter y Sabrina, son mis verdaderos amigos y muy fieles; mucho más que cualquier otra persona e incluso cualquier hombre. Todos son iguales: embusteros, engañosos, mentirosos e infieles. Por esa razón prefiero ver clásicos de navidad en mi casa y junto a ellos que con cualquier otra persona. No soy antisocial, solo me volví más selectiva con el tiempo. Considero que no hay ser más fiel y leal en la tierra que las mascotas, siempre están allí cuando los necesitas y nunca te abandonan.

En fin, mientras los demás trabajan de forma remota desde sus casas y se van con sus familiares para celebrar navidad, yo me quedo aquí trabajando.

Sin lugar a dudas, desde que apareció el Covid-19, la gente está optando por el trabajo remoto, según ellos, se les facilita mucho más el trabajo estando desde casa que yendo a las oficinas; sin embargo, ese no es mi caso. Siendo totalmente honesta,  considero que me distraigo mucho en casa; sin embargo, en la oficina no. Después de todo, vivimos en un mundo tecnológico y totalmente globalizado. En la actualidad, creo que solo pocas personas consideran que es mucho mejor trabajar en la oficina y no en nuestras casa, me incluyo en esa minoría. 

All I Want for Christmas is YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora