22. Corazón en Awa'atlu

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DÍA 60 – DOMINGO

Llegó el final del campamento, el final de la travesía Sully.

El hecho de que sus padres vinieran a buscarlos llenó a Neteyam de felicidad y temor. Se sentía extraño querer llorar. Cuando llegó aquí, Aonung era el ser más frustrante que jamás haya existido y quería estrangularlo, pero ahora estaba tan completamente enamorado que le dolía el corazón ante la idea de estar lejos de él.

También había tenido cuidado con su relación y había esquivado los mensajes de texto de su madre, por lo que ni siquiera tuvo la oportunidad de contárselo todavía. Se habían despedido apropiadamente en la habitación de Aonung, donde Neteyam se negó a llorar, pero mientras caminaban por la calle con sus maletas y vio a sus padres esperando en la puerta, Neteyam quiso sollozar como un bebé. Aonung no lo estaba tocando aunque se podía ver claramente que quería hacerlo. Caminó cerca, rozando con el brazo el de Neteyam cada pocos pasos. Ronal y Neytiri asintieron rígidamente mientras Jake y Tonowari se tomaban las manos familiarmente, sonriendo mientras hablaban.

Tuk salió primero del grupo y corrió hacia los brazos abiertos de su madre. Cada uno de ellos abrazó a sus padres después de ella y les presentaron a sus nuevos amigos, Neytiri estuvo increíblemente feliz de ver a Lo'ak presentar a Tsireya.

– Este es Aonung, mamá, te lo presento. –Neteyam dijo suavemente.

Aonung tomó su mano y agachó la cabeza.

– Es un placer conocerla, señora Sully.

Neytiri lanzó una mirada a Neteyam, quien evitó sus ojos y la mueca divertida de sus labios. Las madres realmente lo sabían todo.

Después de algunas bromas más y de que Tonowari terminara su relato de cómo habían transcurrido los dos meses, Jake anunció que tenían que irse. Se sintió como si un puño se cerrara alrededor del corazón de Neteyam. Sabiendo lo que tenía que dejar aquí.

Cargaron las bolsas en el auto mientras los niños agradecían a Tonowari y Ronal y se despedían de sus amigos.

Neteyam le dio a Aonung un rápido abrazo después de Tsireya. Él le dio a sus dedos un suave apretón a cambio, sus ojos hablaban millones de palabras mientras se alejaban.

– Te enviaré un mensaje de texto. Llámame cuando estés en casa, por favor, no te olvides de mí. –dijo Aonung en voz baja y con un ligero tono melancólico.

Neteyam asintió, sin confiar en sí mismo para hablar. Podía sentir las lágrimas picando en sus ojos.

– Fue un placer tener a sus hijos aquí. Awa'atlu siempre está abierto a su familia, ahora son uno de nosotros y siempre serán bienvenidos. Esperemos verlos pronto –Tonowari sonrió ampliamente y estrechó la mano de Jake.

Neytiri tenía un brazo alrededor de Tuk, atrayendo a Kiri con el otro mientras ella se alejaba de Rotxo. Lo'ak abrazó a Tsireya con fuerza por segunda vez y le dio un rápido beso en uno de sus hoyuelos. Nuevamente esa mano se cerró con más fuerza alrededor del corazón de Neteyam y él giró.

Aonung emitió un suave "uf" cuando el cuerpo de Neteyam golpeó el suyo, sus brazos agarraron a Aonung alrededor de su cuello y Aonung se tambaleó hacia atrás, sorprendido y mirando a todos sus padres que de repente lo miraban. Luego miró hacia otro lado y cruzó los brazos alrededor de Neteyam tan fuerte como pudo. Neteyam enterró su rostro en el cuello de Aonung y Aonung sintió que le dolía el corazón.

No sabían quién lloraría primero, si Aonung o Neteyam.

– ¿Recuerdas lo que me dijiste ese día en nuestro lugar?

– ¿Sí?

– Dimelo de nuevo, por favor, una vez más, solo una. –susurró Neteyam.

Aonung tragó, con la voz temblorosa mientras presionaba sus labios contra la oreja de Neteyam.

Te amo.

Neteyam sonrió en el cuello de Aonung y le dio un beso.

Te amo más.

Aonung se estremeció.

Jake se aclaró la garganta y los dos se soltaron, Neteyam dio un paso atrás.

– Los convenceré de hacer que nos mudemos aquí. –dijo antes de inclinarse para darle un casto beso a Aonung y alejándose dando pequeños trotes hacía el auto.

Aonung podría haberse desmayado allí mismo.

Luego de unos minutos la familia Sully empezó el retorno a su hogar.

Las aventuras quedarán marcadas como huellas en la arena, los sentimientos seguirán vivos en cada uno, las risas se guardarán con cariño, la lluvia, el sol, las olas, todo, nunca se olvidará.

Cada Sully sabe lo que vivió, y lo que sintió vivir aquí, entrando al corazón de Awa'atlu como nuevos integrantes y saliendo como grandes campistas.

Conscientes de que cada uno dejaba algo aquí, pero también llevaba un recuerdo de Awa'atlu en cada uno de ellos.

Cómo Neteyam, que dejó su corazón a Aonung, así mismo, se llevó consigo el corazón de Aonung.

Pero sabe que Aonung tiene todo su amor y espera que no lo suelte. Que no se termine.

Esto no sea un adiós, simplemente un hasta luego. Porque todos siempre serán...

Bienvenidos al Campamento Awa'atlu.

Campamento Awa'atluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora