Capítulo 5

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• AMBAR GRACE •

Solo quiero estar sola, respirar, sentirme libre, sin cuerdas que me estén atando a mis errores. Por un vez quiero olvidar y vivir. Cuando apenas el auto estaciona me bajo de él y sin hacer caso a los gritos del chófer me adentro al hospital.

Con los pies descalzos y varias miradas encima subo por las escaleras. Mi corazón se acelera y algo en mí me dice que mamá no está bien. Me apresuro por el pasillo cuando veo entrar a varias enfermeras a la vez. La enfermera que está en la puerta me niega el paso.

- Déjame pasar - le pido - es mi mamá, debo entrar a verla.

- Disculpe señorita pero el doctor fue claro al pedir que nadie entrase - me toma de los hombros.

- ¡ Que es mi mamá carajo ! - la empujo intentando entrar. Dos guardias se acercan e intentan tomarme pero se lo niego mandando puños aleatorios.

- Sueltenla - hacen caso y en un acto de descuido me adentro al cuarto.

Está rodeada de un doctor y varias enfermeras, se que están intentando reanimarla por el aparato que descarga una corriente eléctrica en su cuerpo. Siento como todo se detiene, todo pasa a cámara lenta, una vez, dos veces, mis lágrimas se han convertido en un océano en el que nado sola con mi tristeza. Tengo un maldito nudo en la garganta, una sensación de dolor en el fondo, ya pasé por esto una vez, no quiero otra vez más, ya no más dolor.

El sonido que indica la parada del corazón hace que grite.

- ¡ Mamaaa ! - sus manos rodean mi cintura para no ir contra el cuerpo de mamá - ¡ Mamaaaa ! ¡ Por favor ! ¡ No me dejes mamaaaa !

Lo único que logro tocar es la sábana la cual tapaba su cuerpo.

- Inténtalo otra vez - me giro hacia Killyan - ¡ No dejes que muera !

Golpeo su torso una tras otra vez. Lo empujo intentando alejarlo de mi pero es en vano, no lo muevo siquiera un centímetro.

- ¡ Suéltame joder ! - me saca del cuarto - ¡ Que es mi mamá !

Lloro, grito, pataleo, porque duele, me están arrancando un pedazo de mí, me están apagando, mi motivo de luchar se está llendo, esta desapareciendo, mi luz se está apagando. Me encuentro contra la pared llorando. La cara metida entre mis manos intentando convencerme de que es un sueño, una pesadilla que va a acabar.

Los minutos pasan y la familia Evans llega al hospital, el señor Angelo habla con una de las enfermeras, la señora Leticia está sentada mirándome con depresión en lo ojos, como diciéndome que lo siente. Corina llega con la respiración agitada, me ve y se viene hacia mi.

Me mira y luego una lágrima brota de su ojo, me abraza, lloro en su hombro, lo necesito, necesito llorar. Minutos después el doctor sale y me pongo de pie.

Me mira, mira a Killyan y al señor Angelo, no dice nada solo agacha la cabeza y niega. Se fué, me ha dejado.

- No, no, no - niego echándome un paso atrás - Ella no se ha ido, ¡ no me puede dejar sola!

Los brazos de Angelo me rodean, ese abrazo que tanto he buscado, el que tanto he estado anhelando. El abrazo que nunca recibí por parte de una figura paterna, los brazos que me aseguren que todo está bien. Lloro por todas mis desgracias, por la mala suerte que me acompaña, por el dolor que no deja descansar.

Era mi única motivación para seguir alante, el único motivo por el cuál despertaba todos los días para ir a trabajar, el único motivo de mi felicidad. Ella es mi alma, mi corazón, ella es mi vida. Sin ella nada será igual, mi vida será gris, tristeza y dolor. Será luto todo los días, ella no estará ahí para recordarme lo que valgo, o lo que merezco. Mi apoyo se ha ido y ahora es fácil verme caer, justo como lo hago en este instante.

HALL ( Infierno ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora