Capítulo 18

390 11 0
                                    

Ya había llegado, hace unas horas. Ahora estaba de camino a casa en el taxi, observando las calles de Roma, la tranquilidad y la paz de este lugar teinaban.
Deduzco que quedaban unos minutos para llegar, nos encontrábamos en la plaza de la ciudad. A lo lejos estaba el hospital, sentí un pinchazo en el corazón al recordar la última vez que entré ahí.

Mamá.....

Al darme cuenta, el taxi había parado enfrente de mí casa. Le dí la propina y baje. Observé la puerta, ya hace casi un año que no vengo aquí y es como volver a abrir la herida que tanto me había costado cerrar. Busco en medio de la maceta la llave que recuerdo haber dejado ahí. Al final doy con ella y no me tardo en abrir la puerta.

Enciendo la luz, todo está tapado con mantas blancas, hay polvo y mucha suciedad. No recuerdo haber tapado todo con mantas blancas, supongo que habrá sido Killyan él que habrá enviado a hacer tal cosa.

Odio a Killyan por el echo de estar casada a la fuerza con él, por quién es en general pero sé que fuera de todo esto, fuera de la mafia él es una gran persona. No me pregunten como lo sé, solo hace falta observalo reaccionar, hablar...... Eso es lo que hago en mi tiempo libre o cuando vamos en el mismo auto.

Me puse manos a la obra, destapando muebles, sacando polvo, volviendo a dar brillo a la casa en sí. Había quedado en que una de mis antiguas amigas vendría aquí a pasar el año ya que se casaría y buscaba una casa en alquiler, claro, en Roma era difícil encontrar vivienda y ami no me molestaba darle la casa, después de todo aún me quedaba dos años casada, y seguramente cuando el contrato acabe no me quedaré en Italia.

Después de recoger la sala, las dos habitaciones de la planta baja y la cocina, subí a la segunda planta, la más difícil ya que contenía el cuarto de mamá, y mi cuarto repleto de recuerdos. Empecé por el baño, ya había comenzado a llorar sin antes entrar a los dos cuartos, después de casi dos horas, decidí entrar a mi cuarto, donde me derrumbé al ver la foto de la pared con mi madre y padre. Duele, ya no recuerdo la voz de ninguno, tampoco la sonrisa que los dos tenían, a penas recordaba la cara de mis difuntos padres.

Los recuerdos como fotos, libros, materiales las guardé en una caja que dejé al final del armario que tuve que vaciar, no tiré ninguna de mis prendas, todas las dí a las personas que las necesitaban, habían varias en la calle. La habitación pasó de estar repleta, completa de fotos, con una pared llena a una vacía, con sábanas blancas muevas, sin nada. La habitación de mamá fue más difícil aún, no podía continuar. Todo me recordaba a ella, todo me lastimaba aún más.

No pude continuar así que me senté en el suelo y empecé a mirar el vacío, supongo que estuve así otro par de horas hasta que el timbre de casa empezó a sonar. Al menos no había dejado de funcionar.

Corrí a abrir la puerta, dando con la futura novia, la abracé como una loca, era casi como mi hermana, la conocía desde chiquita. Nos separamos cuando sus padres se divorciaron y ella debió volver a España con su madre. Hacía ¿ cuatro años que no la veía? Ah, no importa, siempre seguimos en contacto hasta el día de hoy.

- Estuviste llorando cierto - cerré la puerta y me guiré sobre mi eje - ¿ Qué tienes ?

- Estaba haciendo limpieza y el cuarto de mamá......

- Debes superarlo, no puedes deshacerte de sus recuerdos sin haberla dejado ir antes - me tomo ambas manos - no dejas su alma descansar porque no la sueltas y eso puede doler a los muertos.

- Te enseño la casa - intenté evadir el tema, iba a comenzar a llorar de nuevo - aquí abajo tienes la sala, allá dos cuartos vacíos, mamá y yo nunca los hemos usado por ende están totalmente vacíos, por allá hay la cocina, no es tan grande pero para dos personas es perfecta. Y arriba.....

HALL ( Infierno ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora