Ambar Grace
No sé en qué momento me había quedado dormida pero lo hice, recuerdo que estaba acariciando el pequeño cuerpo de Yara – que de echo sigue debajo del mío – y me dormí, al despertar, otro cuerpo nos había echo compañía, el cuerpo de Killyan. Ahora los observaba a los dos mientras dormían. Parecían dos angelitos caídos del cielo, la respiración de ambos era tranquila y profunda.
Killyan llegó ayer demasiado tarde, lo sé porque hizo algo de ruido al entrar al cuarto.
— Deja de observarme — su gruesa voz me sacó de mis pensamientos, ni siquiera me había dado cuenta que me quedé mirándolo como una idiota.
Volví mi mirada hacia Yara.
— ¿ Cómo se encuentra tu madre ? — pregunté.
— No finjas que te preocupa un miembro de mi familia, después de todo, quieres verme decaer — me observó, le sostuve la mirada, no iba a bajarla.
— Hablaba de tí, no de tu familia, mi problema es contigo no con los Evans — recalqué cada letra de mi frase — te odio, te detesto pero eso no quiere decir que la salud de tu madre no me importa.
— Buenos días — dijo una pequeña voz bajo de mí.
— Hola hermosa — me levanté, y la tomé en brazos, no din fulminar a Killyan. Caminé con ella en brazos hacia la sala del baño.
Me lavé la cara, y hice lo mismo con ella, tras cepillarnos los dientes y peinarnos, yo fuí en busca de mi ropa, opté por unos jean azules, una sudadera blanca y unos tacones transparentes. Luego acompañé a Yara a su cuarto. Ella eligió una ropa caliente de color rosa.
— Primo — corrió hacia los brazos de Killyan que se encontraba en el comienzo de las escaleras. Él la alzó y esperó mi llegada.
Rodeó mi cintura con su mano clavando sus dedos en mi, si se trataba de hacerme daño, no lo conseguiría, no iba a quejarme, tampoco iba a mirarlo, solo dejé que sus dedos apretaran mi cadera.
Al llegar al comedor, el ambiente estaba algo tenso. Antonella no estaba en la cabeza de la mesa, si no que Angelo, y del otro lado estaba una mujer de ojos verdes, deduzco que es la verdadera madre de Killyan, a la izquierda del señor Alonso estaba su hermano Luciano, a su lado su hijo Alessandro y Félix quedaban dos puestos vacíos de este lado que eran para Killyan, el cual se sentaría junto a su madre y a su lado yo. Del otro lado de la mesa, enfrente de Luciano, estaba Corina, a su lado Antonella, del lado de antonella quedaban tres puestos vacíos, uno oara Sophie, la mujer de Luciano, y a su lado Yara. Y el único puesto vacío era el de cerca de la verdadera madre de Killyan.
Tomé mi lugar.
— Buenos días — dije una vez sentada y todos asintieron con la cabeza menos mi marido y Antonella.
El desayuno se sirvió, y lo único que se escuchaba era el ruido de los miembros de la familia que masticaban y el ruido de los tenedores contra los platos. Habían huevos revueltos, pan caliente y aguacate para el desayuno acompañados de un jugo de naranja y otro de limón.
— Esto realmente es demasiado incomodo para mi — dijo la mujer de ojos verdes — hijo.....porfavor.... s-solo quie-e-ero que me escuches. Kill, porfa.....
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HALL ( Infierno )
RandomAmber Grace una chica que recien ha cumplido sus veinte años trabaja en un bar de noche como prostituta, aunque ella no se considera como tal, pues es todavia virgen, ese es su gran secreto que va a ser descubierto por Killyan Evans, digamos que un...