Midnight rain [Kookv]

2

El cielo estrellado que daba directo a mi habitación se podía percibir por el ventanal. Mi cuerpo resentía un poco el cansancio de la semana pero mi mente no dejaba de trabajar, calculaba por el cielo que aproximadamente eran pasadas las 2 de la mañana, mi cuerpo se removía entre las cobijas sintiéndose inquieto. Un tintineo terminó con el silencio de la habitación y la luz de mi teléfono iluminó el techo.

Era extraño que me llamaran a esta hora. Hice un esfuerzo por tomar mi celular sin ver el número de contacto. Cuando una voz sonó por la línea y mi pulso se aceleró.

—Taehyugie

—Es tarde. No autorizó las llamadas a esta hora lo deberías saber

—La pequeña estrella se comporta como diva. En que momento se te olvido que vienes de un pueblo, precioso

—Soy Kim Taehyung. Nuestra relación es meramente profesional así que para ti soy Kim Taehyung, acaso debería deletrearlo—solté con voz firme

Un risa ronca se escuchó

—¿Puedes recibirme en tu apartamento?. Kim Taehyung—deletreó mi nombre con tanta burla que sentí mi sangre hervir.

—No no puedo. Y lo repetiré una última vez Lee Seung, deja de compórtate como un estúpido y poco hombre. Sabes que me he tentado el corazón en no denunciarte por siquiera acercarte a mi. No digo las cosas dos veces y contigo he tenido una paciencia inmensa, por una vez en la vida mueve tu estupido trasero y has algo por la compañía aparte de gastarte los fondos y acosar a los empleados.

—Eres una maldita perra, No es así Taehyugie. Que no se te olvide quien soy

—Y a ti que no se te olvide que El acoso es un delito— recite una vez más mientras sentía como todo mi organismo quería soltar millones de aberraciones.

Escuché algunos insultos más pero apagué mi teléfono. Mi corazón se sentía asqueado, y mi cuerpo se sentía inquieto. Lee Seung el hijo del dueño de la empresa y novio de Jiwoo mi compañero bailarín. Se me había insinuado después de enterarse de la audición a Gisselle había dicho que lo dejaría pasar si pasaba por su cama. El maldito hombre era un asco de persona y no creí odiarlo más hasta que hace unos dos meses me había acosado sexualmente.

Mis alertas se despertaron y lo primero que hice fue abofetéelo y dejarle claro su lugar, también pensaba salir directo a denunciarlo. Pero su padre me lo impidió, aún lleno de impotencia me callaron.

Pero había estado teniendo insomnio los últimos meses, no podía sentirme seguro en ningún lado. La situación no se volvió a repetir, no hasta esta noche. Me sentía como si me hubieran atado de brazos y tapado la boca con una cinta.

Había sido activista desde que era un pequeño doncelito. Había sido un doncel revolucionario, desde los cinco años negándome a él papel como un doncel en la sociedad dirigida por el patriarcado. Había sido un doncel con muchas opiniones y me encontraba entre las filas de aquellos donceles que asustan a los hombres con sus palabras. Había contribuido al movimiento por igualdad de derechos desde que empecé a tener una influencia en la sociedad como figura pública. Pero ahora parecía una marioneta del estúpido patriarcado con la boca cerrada.