Midnight rain [Kookv]

4

Habíamos emprendido el viaje en carretera al día siguiente en la madrugada según mi padre y su experiencia en carretera era mejor viajar en la madrugada y aprovechar el día.

La ruta del tablero de la camioneta de mi padre indicaba que serían veinte horas de viaje, podría soportarlo si solo fuera mi padre y yo en un tranquilo viaje en carretera.

Pero los cuchicheos de Seokjin con mi padre me hacían perder la cordura. Después de discutir mi viaje a Santa Helena, pensando que Seokjin y los demás volverían a New York inicialmente, acabó con dos camionetas manejando a altas horas de la madrugada rumbo a California.

Hubiera decidido irme con Changbin, Soobin y Jimin. Pero mi padre insistió en repartirnos uniformemente acabando con una platica sumamente incómoda de lo que parecía coqueteos de Seokjin y mi padre. Compartían muchísimas cosas, gustos y podría decirse que encajaban a la perfección, de lejos se notaba tal atracción que siempre existió hace bastantes años cuando Seokjin visitó California en busca de talento y me encontró. Recuerdo que en aquel entonces mi padre y él tuvieron una gran conexión, Seokjin siempre que podía hablaba por teléfono con él con la excusa de informarle sobre mi, pero todos sabíamos que sus pláticas hablaban de todo menos de mi.

Era cuestión de tiempo para que ambos se dieran cuenta de sus sentimientos o terminaran de confirmar su relación.

Había estado intentando conciliar el sueño después de medio día que nos paramos en una tienda de conveniencia a desayunar, me puse mis audífonos y tomé la pastilla de mareos que Seokjin se había encargado de guardar para mi. Tal vez de esa manera funcionaban las cosas, mi padre hablando muy animadamente con Seokjin de copiloto y su pequeño hijo doncel en el asiento de atrás. La idea no me perturbaba pues al final de día, Seokjin era lo más cercano que tuve a un papá doncel, su calor femenino y maternal me hacía sentir como un bebé doncel.

Dormí gran parte del viaje, hasta que las voces de mi padre y Seokjin me despertaron.

—Cariño—susurró Seokjin moviéndome—Estamos entrando a Santa Helena.

Me levante rápidamente a observar todo el panorama por la ventana polarizada, ya era de noche pasadas las nueve y Santa Helena se veía igual de animada. Era todo lo que recordaba de un sábado por la noche, algunos bares abiertos, boliches y restaurantes. Personas bailando animadamente en el centro del pueblo con música y el típico encanto colonial del pueblo, la gran plaza llena de luces amarillas que rodeaban el jardín y varios turistas que paseaban en busca del algúna degustación de vino.

—Podríamos parar a cenar—mi padre pronunció esas palabras dislocándome un poco—Podemos ir al restaurante de comida italiana que tanto te gusta, la señora Somi estará contenta de verte Taehyung...

Observé con los ojos bien abiertos a Seokjin y captó rápidamente mi petición interviniendo por mi.

—Tal vez estaría mejor ir a descansar a la hacienda y cenar algo de comida casera. El viaje ha sido largo y Taehyung necesita descansar igual que los chicos—termino Jin guiñándome un ojo