Midnight rain [Kookv]

14

Mientras entraba a la sala de la hacienda sentí unos brazos rodearme fuertemente, era Jinsung que se mantenía con los ojos hinchados y aferrándose a mi.

Acaricié su cabello mientras él se acomodaba entre mis brazos.
En cuanto se enteró que me quedaría un tiempo en la hacienda de mis padres insistió en venir un par de días.

—Te extrañe tanto Tae—susurró

—Señorito Kim para ti bicho, recuerda que soy tu maestro—el asintió con una sonrisa y los ojos rojos por el llanto

Guíe mi mirada hacia las demás personas ena estancia. Soobin y Changbin se encontraban en el filo de la gran escala era de caracol de, Seokjin se mantenía neutro observando la escena y con un semblante inexpresivo, Jimin parecía que pronto le haría un hoyo al suelo de mover tanto su pie. Mi padre estaba sentado junto a Yoongi que se mantenían con ropa de trabajo, casi deduciendo que habían pasado gran parte en el campo y los sembradíos ellos también parecían inexpresivos y el último rostro que repasé era de Kajun.

Kajun un doncel que era uno de los abogados de la agencia, un trabajador que se encargaba de limpiar la imagen del deplorable hombre que era Seung, parado en una columna de la sala.

Me separé unos centímetros de Jinsung para dirigir mi atención a Seokjin.

—¿Que ocurre?

—Kajun, vino a hablar contigo—hablo fuerte Seokjin.

—¿Podemos hablar en privado Tae?—asentí algo tenso.

Kajun era un doncel bastante agradable, había sido un gran consejero y había adquirido gran cariño por su personalidad chispeante. Pero no dejaba de ser trabajador de Seung y que estuviera en la hacienda donde se supone que nadie podría dar me hace sentir expuesto.

—La oficina de mi padre es un buen lugar, sígueme—añadí mientras cepillaba con mis manos los cabellos revueltos de Jinsung que se separaba a duras penas de mi.

Me adentre en la oficina que estaba algo alejada de la sala principal y me apoyé en el escritorio de madera oscura mientras Kajun dejaba su bolso en el perchero y giraba nerviosamente a mi.

—¿Qué haces aquí?—solté en voz fuerte.

Los ojos de Kajun se abrieron en sorpresa y en lugar de destellar algún tipo de reproche se tintaron con una gran nostalgia.

—Recuerdo que cuando te reclutaron, tenías alrededor de diecinueve años, eras tan pequeño. Llegaste con un vestido primaveral y ballerinas plateadas—soltó un suspiro—Recuerdo haber pensado que un doncel tan suave y bonito como tú, no podría ser tan fuerte para sobrevivir a esa industria yo más que nadie se la basura que hay en esa empresa, pero cuando usaste ese enorme tul y ataste tus cordones con esa mirada de fiera—soltó una pequeña risa mientras se cruzaba de brazos y negaba en dirección del techo—Me cerraste la boca, no solo a mi si no a todos en la empresa, no se esperaba menos de un doncel egresado de Juilliard. Pero no solo te hiciste de una armadura, también te hiciste de enemigos—susurro