1.8 - Procedimiento habitual

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DEPARTAMENTO DE CHRIS

Chris se apresuró a abrir la puerta al escuchar la voz de Jill llamándole. La recibió con una sonrisa, y ella entró directo a la sala de estar, acomodándose en un sofá doble donde Chris se sentó también, no sin antes ofrecerle una cerveza a su amiga.

—Pensé que no vendrías —dijo siguiendo cada movimiento de la chica sin perder un solo detalle—. ¿Pasó algo interesante?

—No mucho. Wesker convocó junta a primera hora mañana para los Bravo, y nos quiere presentes a todos. Nos pidió a Barry y a mí, buscar los planos de la mansión Spencer —resumió lo más importante.

—¿Mencionó para qué? —inquirió con extrañeza. Incluso él notó que eso no tenía sentido.

—No realmente, pero al parecer se autorizó la misión para ir en busca de los responsables.

—Eso es absurdo. No tenemos aún nada en concreto, hemos andado en círculos durante toda la investigación. No hay bases lógicas para eso.

—Mañana lo sabremos.

—¿Para qué quiere los planos de una mansión en medio de la nada?

—Aún no lo sabemos, pero le pidió a Joseph los helicópteros. ¿Tienes idea de donde pueden estar esos planos? —Él negó con la cabeza.

—Mañana averiguaremos de que se trata, supongo —dijo pensativo, recargándose por completo en el respaldo del sofá.

—¿Averiguaste algo más? —preguntó con la tentación de recargarse en el hombro de Chris, acto que no reprimió y se atrevió a recostar su cabeza en él.

Chris sonrió ligeramente de lado, complacido al sentirla cerca, pero más que nada, feliz por que ella tuviera esa confianza con él. Le agradaba tenerla así, de modo que pudiera inhalar el olor de su perfume, mismo que llevaba grabado en su sentido del olfato.

Jill sin duda le transmitía paz. Ella era para él todo lo que en su mundo estaba bien. Correspondió reposando su cabeza contra la de ella, sin poder ver que, lograba robarle sonrisas.

Definitivamente, Chris le robaba el sueño a Jill, por supuesto que era objeto de sus suspiros, para ella, él era dinamita. Era aquello que podía ser una bomba de tiempo y explotar en cualquier momento.

A ella le gustaba el caos en él, y a él la tranquilidad de ella.

—Nada que no sepamos ya —respondió dando un trago a su cerveza.

—Gisele y Joseph, se entendieron esta noche —anunció para cortar la tensión que provocaba el tema de las investigaciones.

—¿Se entendieron? —inquirió confundido.

—Le dijo lo que siente por ella, finalmente —respondió sin dejar de sonreír.

—Vaya sorpresa. No pensé que Gisele se atrevería a aceptarlo frente a él.

—¡¿Tú lo sabías?! —cuestionó sorprendida, incorporándose para enfrentar a su compañero.

—Sí, ella me lo confió hace tiempo —respondió encogiéndose de hombros.

—Sí que sabes guardar secretos.

—Como si nadie en el equipo se hubiera dado cuenta. Creo que solamente ellos dos son los que no lo sabían.

—Cierto —confirmó Jill, recargándose nuevamente en el hombro de Chris, y él buscó su mano para entrelazar sus dedos.

El silencio se vio envuelto únicamente por los ruidos urbanos que merodeaban alrededor de la zona, volviendo el ambiente necesitado de algo más que solo dos cuerpos reposando sobre un sofá.

Peligro Biológico. Sin escape | Fan Fiction | En proceso lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora