3.1 - De regreso

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RACCOON CITY

R.P.D.

Los motores del helicóptero del Alpha Team, se apagaron tras el aterrizaje del vehículo. El equipo, cansado y agobiado por lo que resultó la misión, se dispuso a descender el vehículo, quedándose reunidos a un lado de este. Deseaban que todo lo vivido fuera una broma de mal gusto, que no hubiera sido cierto y que el resto de sus compañeros regresaran con ellos, pero no era posible, ni siquiera tenían la opción de recuperar sus cuerpos para que tuvieran un lugar donde descansar.

—¿Cómo informaremos a Irons el resultado? —preguntó Jill rompiendo el silencio, preocupada de no saber cómo llevar la situación ante el jefe de la comisaría, que de por sí era difícil tratar con él.

—Diremos las cosas tal cual como pasaron —respondió Chris.

—El problema será que nos crea —señaló Jill—, pasaba mucho tiempo con Wesker y pondrá en duda nuestro testimonio.

Gisele se reservó los comentarios. Ya estaba maquinando en su cabeza cómo proceder con la presencia de Billy.

—Deberíamos ver cuál es su reacción primero —sugirió Richard casi como si le leyera a Gisele el pensamiento.

—Tendremos que decírselo de cualquier manera —sentenció Chris y se adelantó por el pasillo a la oficina con el resto siguiéndole.

Cuando todos le aventajaron el camino, Giselle comenzó a sentir náuseas y una fuerte opresión en el pecho, por lo que se detuvo para tratar de componerse.

Billy, obviamente, se dio cuenta de ello, por lo que se acercó a auxiliarla.

—Estoy bien —tajó ella frenándolo con la palma de su mano.

—No lo estás, eso es obvio —regañó preocupado.

—¿Por qué sigues aquí? —inquirió recompuesta.

—Tenemos un trato.

—No tengo tiempo para esto —Le dio la espalda y continuó su camino por el pasillo para alcanzar a sus compañeros, dejando atrás al militar, que tenía que buscar pronto la forma de pasar desapercibido. Siguió a la chica y se detuvo tras ella al verla tocar el pomo de la puerta donde se detuvo, inhaló profundo y prosiguió a abrirla. Cuando la puerta se cerró, él se sentó en unas escaleras que había en la estancia, y que lo escondían a discreción, pues corrió con la suerte de que ni un solo oficial pasó por ahí.

OFICINA DE BRIAN IRONS

Los S.T.A.R.S. estaban muy molestos y de algún modo desconcertados, aún por todo lo que pasaron en ese lugar, entraron sin siquiera anunciarse.

—Vaya, al fin regresan, ya era hora ¿Dónde está Wesker? ¿Por qué nadie los anunció? —preguntó de mala gana el jefe de la comisaria.

—Señor, la misión salió mal. Tuvimos bajas severas desde que llegamos —explicó Jill, pero un golpe con el puño sobre el escritorio provocó un respingo entre los presentes.

—¡¿Qué mierda están diciendo?! —gritó exaltado y las facciones endurecidas—. ¡Llamen a Wesker! ¡Que venga ahora! ¡¿Dónde diablos está?!

—Muerto —respondió Chris con rencor en su tono de voz, deteniéndose frente al escritorio del jefe.

—¡¿Qué?! —En ese momento Gisele entró. El hombre se encontraba desconcertado, sorprendido y nervioso a la vez, puesto que Wesker era su principal conexión con la corporación, su portavoz y la influencia que lo había puesto en esa silla.

—Todos murieron... Nos tendió una trampa llevándonos a ese lugar, la corporación Umbrella está detrás de las desapariciones y los asesinatos —reveló Jill, estudiando las expresiones del jefe.

Peligro Biológico. Sin escape | Fan Fiction | En proceso lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora