4.4 - 2 equipos..., ¿una misión?

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Rodear la comisaría para llegar por la parte frontal les resultó una travesía más. Las calles seguían habitadas por zombis, pero lograron acorralar pequeñas manadas sin problema. El resto, los eliminaron clavando un cuchillo en sus cabezas para evitar llamar la atención de los que estuviesen escondidos. Funcionaban a la perfección como equipo, era como en los viejos tiempos, y esa familiaridad les llenó de confianza para llegar hasta su propósito.

Un quejido que provenía del corredor izquierdo en el patio principal, llamó la atención del trío de oficiales que, posicionándose en guardia, se acercaron cautelosos.

Brad Vickers volteó a verlos, agotado, y con el evidente rastro de que el virus estaba adueñándose de su sistema. No se arrepentía de haber obligado a Jill irse del lugar para evitar el fatídico desenlace cuando se encontraron un rato atrás, escapando de una pequeña orda. Recibir una mordida solo fue un abono al pago que le debía al equipo, y lo aceptó sin queja.

Sus tres compañeros bajaron sus armas. Podían juzgarlo de muchas maneras, pero no creían que esa fuera la muerte que mereciera.

Gisele y Joseph permanecieron de pie, y Richard se acuclilló ante su compañero revisando la herida.

—Tienen qué salir de aquí —dijo agonizante—. Umbrella querrá desaparecerlos. No quiere..., no quiere testigos.

—Hey, saldremos de esto —reconfortó Richard convenciéndose a sí mismo de que lo lograrían. Si bien era consciente de que el estado de Brad no mejoraría y que no podían hacer nada, quiso transmitirle algo de tranquilidad.

Brad negó cabizbajo, pero Richard insistió llamando su atención, sosteniendo su cansada mirada que estaba apagándose con el paso de los segundos.

Richard asintió esperando que Brad respondiera con afirmación.

—Me queda una, aun —respondió Brad mostrando su arma, y los tres sabían a la perfección lo que eso significaba—. Jill..., ¿ella está bien?

—La vimos. Está bien.

—Me alegro. Tienen que salir de aquí —Gisele no pensó dos veces la sugerencia, y se encaminó a la entrada del R.P.D. Joseph la siguió, y Richard asintió con pesadez en su aceptación a la decisión del S.T.A.R.S. menos aceptado en el equipo, y se puso de pie para alcanzar al resto.

—Es un cobarde, no lo hará —dijo Joseph al notar que Gisele detuvo sus pasos, esperando la detonación que le daría final. Ni bien tocaron la puerta, el golpe de un par de pies golpeando el piso los hizo voltear—. ¡¿Pero qué carajo...?!

La corporación Umbrella no dejaría cabos sueltos que pudieran exponerlos, a eso se referían Jill y Brad.

Tenían frente a sus ojos a Némesis, la bioarma diseñada exclusivamente para cazar a los principales testigos que tenían las posibilidades de derrocar a la empresa. No era como aquel Tyrant que habían enfrentado en Arklay. Estaban sorprendidos, sí, pero no por lo que había frente a sus ojos, sino por lo lejos que había llegado Umbrella con sus nuevas estrategias de persecución. Esa cosa de más de dos metros de altura, víctima evidente de más de un proceso experimental, hizo resonar en un rugido la palabra S.T.A.R.S., dejando fuera las dudas del por qué estaba ahí.

Los tres se pusieron en guardia, observando que aquella cosa continuaba rugiendo, preparándose para atacar.

Un primer disparo atrajo no solamente la atención del Némesis, sino también del trío preparado para defenderse.

—¡Ven por mí, hijo de perra! —Némesis ya tenía en la mira su próximo objetivo que, resignado a su final, esperó por él tratando con esto darles tiempo a sus compañeros para aventajar un escape. No obstante, eso no sería posible. Realmente no conocía a sus compañeros, mucho menos su espíritu de lucha y supervivencia.

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⏰ Última actualización: 3 hours ago ⏰

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Peligro Biológico. Sin escape | Fan Fiction | En proceso lentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora