Peligro Biológico. Sin escape | Fan Fiction | En proceso lento

2.0 - La mansión Spencer

El Helicóptero del Alpha Team sobrevolaba a los alrededores de las montañas Arklay. Los chicos no dejaron de prestar atención al bosque que, desde las alturas, parecía tranquilo, sumergido en una oscuridad a medias que se iluminaba por ligeros destellos de la luna asomándose entre las ramas de los árboles. Estaban preocupados por el equipo perdido e incomunicado, ellos eran su prioridad, tenían que encontrarlos a como diera lugar.

—¡Capitán! —llamó Brad al ver una delgada línea de humo asomando por encima de las copas de los árboles, después de haber estado sobrevolando un rato.

—Acércate, comenzaremos desde allí —ordenó el capitán sujetándose de un tubular.

—¿Serán ellos? —preguntó Jill con notoria preocupación.

—Esto debe ser una puta broma —mencionó Joseph en voz baja, al tiempo que se sujetaban imitando a Wesker para ver mejor en cuanto Brad echó luces sobre la pila de humo que resultó ser el helicóptero caído del equipo perdido.

—¡Desciende! —gritó el capitán y el resto se preparó para bajar en cuanto tocaran tierra.

—¡Sí, señor! —El piloto descendió provocando ligeros levantamientos de tierra y hojas secas que no cesarían pronto, pues las órdenes del capitán eran que el vehículo permaneciera encendido. El resto bajó poniéndose en guardia con armas y linternas en mano.

—Muy bien. Saben qué hacer —dijo recibiendo de todos una afirmación en silencio para enseguida despejarse en dirección al vehículo caído.

Joseph se dirigió a revisar el vehículo en cuanto se acercaron. Wesker y Chris revisaron el interior, mientras que Jill, Barry y Gisele hicieron guardia en el exterior. La tranquilidad del bosque no indicaba nada fuera de lo normal, hasta que Gisele notó el crujido de unos arbustos, por lo que llena de curiosidad se acercó lentamente, con sigilo. Apuntó con la lámpara y su arma en mano, entornó los ojos tratando de contemplar algo entre tanta oscuridad, pero su concentración se vio interrumpida por Jill que comenzó a emitir estática en su radio al estar cambiando de canal.

—¿A dónde habrán ido? —inquirió concentrada en el aparato—. No entra señal en su canal de comunicación.

—No deben estar lejos —supuso Barry—. Los encontraremos.

Gisele, que prestó atención a lo que dijeron sus compañeros, volvió su atención a los arbustos tras escuchar nuevamente los crujidos de ramas, volvió a iluminar, pero nuevamente la radio interrumpió su obstinación hacia ese punto de la maleza.

—Gisele —llamó Chris a la chica tras salir del vehículo. La expresión de impotencia en su rostro hizo comprender a su compañera que las noticias no eran buenas—, será mejor que entres ahí.

La chica se apresuró a caminar hacia el vehículo, sin dejar de voltear por instantes hacia atrás.

—O'Malley... ―llamó el capitán haciéndose a un lado en cuanto ella ingresó, y salió del vehículo.

El cuerpo de Kevin Dooley presentaba rastros de heridas graves en su rostro. Gisele no lo conocía del todo, habían llegado a cruzar si acaso algunas cuantas palabras, pero solo eso, aun así, había sido su compañero dentro del departamento de policía. No podía mostrarse indiferente ante el cuerpo de uno de los suyos, pero trató de mantener la fuerza suficiente para poder hacer su trabajo.

Observó a su alrededor notando la puerta del piloto forzada, los vidrios rotos y por parte de Kevin, signos de lucha, además de rastros de sangre en la parte trasera que no podrían pertenecer al interfecto, ya que se encontraba en su asiento con los cinturones de seguridad puestos.

—El motor está dañado —explicó Joseph—, no sé qué pudo ocurrir. Estaba en perfectas condiciones de vuelo cuando Forest y yo los revisamos esta mañana.