A ella, a mi linda princesa,
le entregaré mi alma completa,
haré que sonría, todo el día,
para ver su hermoso rostro lleno de alegría...
Tan preciosa como los girasoles,
canta más hermoso que las aves,
y tiene carita de ángel.
Por ti daría mi vida,
tu esclavo siempre sería,
porque te amo, hermanita mía.
A mi hermano mayor, al que todos mis hermanos adoran...
Y mi hermanita de amor, muere por él,
si es necesario lo obligaré...
A casarse con ella, pues párese que su obsesión por él no cesa...
Y si la hace feliz que más da,
verla con otra persona que no sea mamá...
Mi hermanita y yo nacimos en Belarús,
nuestra madre murió a causa de un fuerte virus...
Y en ucrania nos recogió una mujer,
huérfana también...
Las últimas palabras de mi difunta madre,
fueron cuida a tu hermana como padre,
y de los peligros del mundo hazle alejarle...
Esas palabras eran altisonantes en mi corazón...
Amo a mi hermanita con locura y sin razón...
Murió mi madre cuando mi hermana era un bebe...
Ni siquiera recuerdo su nombre, ni el amanecer...
La mujer de Ucrania nos llevó a Rusia,
y dijo a hora somos todos hermanos,
pues no tenemos madre y padre, somos huérfanos...
Mis nuevos hermanos eran aquella,
Llamada Yakatherina, una bella flor que acababa de florecer,
un muchacho igual que ella llamado Dimitri,
y su hermano menor Ivan Braginski.
Todos ellos eran hermanos, y nosotros los adoptados...
Pero mi hermana no sabe nada de esto,
pues piensa que somos sanguíneos,
a pesar de que no nos parecemos...
Mi hermana se llama Natasha,
mi nombre es Nikolai,
somos hermanos gemelos,
y seguiremos juntos en el más allá.