Tu sonrisa es lo más bello que he visto,
apuesto a que jamás encontrarían algo tan valioso,
como lo es tu amor y tu bondad en un gesto,
precioso como el momento en que nos conocimos,
ni aún mejor como él haber vivido todo contigo.
Te veo tan lejos, fuera de mi alcance... Pero feliz,
sabía todo de ti, incluso cuando fingías, eras buena actriz,
pero sé bien que tu alegría es genuina, cerraste tu cicatriz,
pensando en ti, escribo poesías hasta que se acabe el lápiz,
veo que tu rostro tomo un muy agradable cariz.
Pero ahora, lo que dices es solo un adiós...
Con la boca muda y la mirada ida al igual que mi vida,
tus manos son tan frías, los recuerdos están muertos,
pero en mí aún están vivos a pesar de tu partida,
justo como prometimos.
Mientras yo estoy soñando que un día podre tener tus labios,
tus brazos para sentir calidez y vivir nuevamente para amarnos,
pero el amor se esfumó como el polvo que dejan los cigarrillos,
y dejamos que el odio dañe todo con su horrible marchitez,
nunca podría decirle adiós a una persona como tú, no otra vez.
¿Por qué todos se alejan de mí? ¿Por qué nadie está cerca?
No me abandones ahora que me persiguen las tragedias,
aquella persona también durmió mucho tiempo a oscuras,
y se quedó en silencio, después detuvimos unas peleas,
Lágrimas y tristeza pintan la pared de mi habitación,
ahora que entiendo que no queda más que el dolor...
Espero el beso de la muerte penetrando mi piel,
a que llegue a mi alma y arranque tu recuerdo de mi ser,
con la sangre hasta el cuello...
Me pregunto ¿Por qué no volver a nacer?