Mi miserable compañía...
No parecía que la querías,
incluso cuando lo decías sentía que mentías.
No quiero que te vayas, no hay razón de peleas.
No te doy motivos, ni dejaré salidas para que vivamos juntos nuestras vidas.
Sólo hice cosas para que entendieras.
Tenía miedo de soltarte y que pretendieras alejarte...
Me duelen tus mentiras.
La gente hace hipocresías no es necesario que me lo digas.
Ya no hay alegrías, tal vez revivan cuando sonrías.
Pero no te rías, sé lo que percibías...
Hay falsas escritas.
Tu mirada revela fantasías, aquello que niega no creas, de sus malos actos no anheles.
Y quédate conmigo para siempre.