El timbre de la escuela sonó con la típica campana, despertando de su sueño a la huesuda dama.
Cuando miró a los profes en la cooperativa, se le antojaron los tamales con atole, pero al no estar viva no Probo ninguna migajilla y por eso a los profes correteó sin salida.
En día de muertos los alumnos se alegraron al ver que sus maestros huían de la catrina.