Capítulo 31

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Enjoy...


—¡¿Quién mierda eres tú?!

—Tu peor pesadilla, hijo de puta.

Le dio un golpe, a puño cerrado, en la boca...

De esa forma se estaba comenzando a sacar la ira que le dejó el saber que Ino había abierto su jodida boca. Pero, antes de eso, después de tener esa conversación con Tsunade, Sasuke se quedó un largo rato dentro de aquella cafetería. No podía sacarse de la cabeza el hecho de haber sido delatado por la maldita Ino. ¿No se daba cuenta de lo que hizo? ¿Tan loca estaba como para haber puesto en la cuerda floja toda la operación? Porque si bien él lo había hecho, era un completo secreto, pero Ino lo puso al descubierto y todo se había ido al carajo.

Para él...

Para Sakura...

Para ambos...

Ofuscado, se puso de pie tan brusco que casi da vuelta la silla. Necesitaba tomar mucho aire, para desvanecer su resentimiento. Necesitaba que el viento disipase todo lo que estaba sintiendo hacia todo el mundo. Se mordió el labio, mientras se pasaba la mano por el cabello. Que giro tan inesperado había tenido la trama de su vida. Sin embargo, sabía que más temprano que tarde, su teatro se iría al demonio. Aun así, no creyó que le fuese a doler tanto.

Fue algo que no previno, pero que sabía podía suceder. Tampoco podía hacerse el idiota. Cada vez que veía a Sakura, corría el riesgo de ser pillados. Sí bien no sucedió como tal, ya que no fue infraganti, terminó siendo la misma mierda. ¿Kakashi fue cruel? Totalmente sí, pero tampoco podía esperar a que su superior viniese y le palmotease la espalda a modo de felicitaciones por la cagada que había dejado. Sakura era una chica que debían investigar, a quien debían sacarle la mayor información. No sucedió eso, y Sasuke no estaba arrepentido.

Era una mierda...

Sin embargo, ya lo había dicho Kakashi, debía cortar todo lo que lo unía a Sakura. ¿Cómo diablos se suponía que lo haría? Tendría que pensarlo muy bien, porque no quería hacerlo. No quería romperle el corazón y hacerla sentir utilizada, cuando la realidad era otra. No quería que ella creyese que la noche en donde se entregaron, no significó nada para él, cuando lo fue todo. Sabía que ella no iba a reaccionar bien, lo cual iba a ser totalmente lógico, pero no tenía otra opción.

Y lo lamentaba tanto...

Que, en el parque, se sentó a llorar...

Estuvo más de una hora, intentando comprender en qué se había equivocado, cuando su interrogante era más que evidente. Sentía un vacío en su interior que se lo estaba devorando. Pobre Sakura, había depositado toda su confianza en él, y no le había servido de nada porque tenía que acabar con todo de raíz. Pobre Sasuke que se había aventurado a jugar con fuego, poniendo sus sentimientos por sobre cualquier deber, y se había quemado hasta las entrañas.

Su vida se estaba yendo al infierno...

No podía seguir así, tenía que perder algo y lamentablemente, para no llevarse entre los pies al FBI, ese algo era Sakura. Aquella decisión le hizo sentir como su corazón se marchitaba, por lo maldito que debería ser con la chica que adoraba con toda su vida. Nunca podría dejarla de amar, pero sí tendría que dejarla ir y que ella pensase lo peor de él. Que se llevase el peor recuerdo, la peor experiencia. Que creyese que era el ser más miserable del puto mundo.

Que creyese que tan solo había jugado con ella...

Que creyese que era un sacerdote en el cual no podía volver a confiar nunca más...

El sabor del pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora