Capítulo 1 (Parte 2)
Deambulando de una casa a otra, el joven Alex había llegado bastante lejos y, sin darse cuenta, se desvió hacia una zona más peligrosa. Los Tiger Claws no controlaban todo Japan-Town, sino solo una parte. Las pandillas peleaban constantemente por territorios y Alex se había adentrado directamente en el territorio de los Carroñeros. Los "carroñeros" no tenían una ideología específica. No les importaba nada excepto ellos mismos y sus ganancias. Eran despiadados y carecían incluso de una apariencia de principios morales, y no tenían miedo de ensuciarse las manos.
El robo de órganos y implantes cibernéticos era un negocio sucio pero rentable, y los mafiosos ocupaban este nicho atacando a los transeúntes indefensos. Fueron increíblemente crueles; la vida humana no significaba nada para ellos. Para un "carroñero", una persona es sólo un conjunto de bienes que pueden venderse en el mercado negro.
Anteriormente, los "carroñeros" no tenían un territorio específico con fronteras claramente definidas; sus grupos estaban dispersos por toda la ciudad. Los lugares de presencia de esta banda se pueden identificar mediante graffitis característicos, que sirven como pista para algunos y como advertencia para otros. Debido a tal desunión, a menudo formaban pequeños grupos casi sin jerarquía o estructura, aunque el líder de tales grupos era a menudo el sinvergüenza más astuto, salvaje y sin principios. Alex tuvo suerte de no haberse encontrado todavía con nadie de esta hermandad. Los gánsteres eran despiadados y, solo, un niño sin hogar que deambulaba por las calles era presa fácil de estos brutos.
"¿Qué es esto?" El niño se acercó a otra reja, una por la que podía pasar. Metiendo la cabeza dentro, miró a su alrededor y sonrió con satisfacción. Aunque la luz del interior era tenue, estaba relativamente seco y, lo que es más importante, parecía seguro. Si tenía suerte, quizá incluso encontrara algo útil. Alex esperaba una bobina de alambre de aluminio o, en el peor de los casos, algún tipo de gancho para enganchar comida de las máquinas expendedoras.
Después de pasar por el estrecho espacio, Alex aterrizó suavemente en el suelo de piedra seca y exhaló un suspiro de alivio. Entendió que era demasiado pronto para celebrar. Si hubiera luz en el interior, el sótano podría estar habitado. Dando vueltas, encontró una puerta que conducía a otra habitación. El suelo estaba lleno de basura, pero en medio de ella, Alex encontró muchas telarañas. Quizás el lugar estaba abandonado o rara vez se usaba.
La primera tarea del niño fue ordenar un poco para hacer el espacio más habitable. Las bolsas de escombros de construcción no pesaban demasiado y logró moverlas a una esquina, liberando el resto del espacio. Mientras Alex limpiaba, encontró algunos artículos útiles: un rollo de cordel sintético fino, un colchón con agujeros que podía usarse para dormir, un trozo delgado de varilla de refuerzo y una llave ajustable oxidada. Como arma de autodefensa, era adecuada, pero el niño sabía que no podía defenderse de los adultos con ella. La llave estaba destinada a peleas con otros niños sin hogar como él.
Alex manejó la herramienta con confianza, pero no le dio mucha importancia. Todavía estaba fresco en su mente el recuerdo de un cuerpo adulto, para el cual un peso tan pequeño era insignificante. No podía recordar su apellido ni a sus conocidos, pero sus otros recuerdos estaban intactos. Sabía mucho y era hábil en muchas cosas, pero todo ese conocimiento era secundario frente a su realidad actual. Alex era un adulto que había despertado en el cuerpo de un niño.
"Ahora puedo conseguir algo de comida", asintió para sí mismo, mirando la barricada improvisada que había construido con los escombros circundantes. Podría ser derribado, pero el tiempo que llevaría hacerlo le permitiría al niño salir rápidamente del sótano sin ser detectado. Al acercarse a la salida, el joven Alex se levantó y asomó la cabeza, escaneando el callejón en busca de extraños. Afortunadamente no había nadie afuera y logró salir con algo de esfuerzo.
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Cyberpunk - La caída de Ícaro
FanficEl insoportable hedor a suciedad, la omnipresente basura que parecía estar por todas partes, las omnipresentes cucarachas, las innumerables luces de neón de los carteles publicitarios y la gente... Tanta gente, como si hubieran salido de libros fant...