Prólogo - Mi Vida, Mi Muerte y Mi Reencarnación

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Todos me miran, pero nadie realmente me ve.
Soy Takumi Kurozuki, un chico de 22 años que camina por los pasillos de la universidad, pero mi presencia pasa desapercibida para la mayoría. Soy solo un espectador en este teatro al que la gente llama vida.

Mi infancia no fue diferente. Crecí en un hogar roto, en un barrio lleno de desesperanza y violencia. Mi padre se marchó cuando yo apenas tenía cinco años, dejando a mi madre para luchar sola por nosotros. Ella trabajaba largas horas en un empleo mal remunerado, apenas logrando llegar a fin de mes.
Ella, murió hace dos años. Quedé a la deriva, sin la guía de un padre ni la presencia de mi madre, sumido en la soledad y la oscuridad.

La escuela no fue un refugio para mí, sino otro recordatorio constante de mi insignificancia.
Mis compañeros de clase, con sus sonrisas falsas y sus palabras hirientes, solo servían para reforzar mi percepción de este mundo como un lugar despiadado y cruel.
¿Cómo podría no verlos como traidores, cuando cada día me demostraban exactamente eso?

Pero algo en mí cambió, algo que me impulsó a encontrar un propósito en este mar de desdicha.
Decidí que no me resignaría a ser una víctima de este mundo.
Juré que cambiaría las reglas del juego, que me convertiría en el agente de mi propia justicia.
Si este mundo estaba tan podrido, me dije a mí mismo, entonces era mi deber purificarlo, sin importar el precio.

A pesar de mi determinación, la vida siguió imponiéndose con sus giros inesperados.
Un día soleado, mientras caminaba por la bulliciosa calle principal de la ciudad, presencié un acto de violencia, me resultó absolutamente insoportable. Dos individuos forcejeaban frente a mí, y pese a que la multitud continuaba su camino, yo no pude evitar intervenir.

"¡Deténganse!"

Exclamé, sintiendo la adrenalina inundar mi cuerpo al acercarme al tumulto.

Con una irrefrenable determinación, me abalancé entre los agresores, buscando detener la situación antes de que se saliera de control.
Ignorando mi propia seguridad, me sumergí en la refriega, tratando de separar a las dos figuras enlazadas en una lucha feroz.

"¡Suéltalo!"

Grité, tratando de hacerme oír por encima del ruido del forcejeo.

Sin embargo, el destino tenía otros planes para mí esa tarde.

"¡Cuidado!"

En un instante, un estruendo inundó mis oídos y acto seguido un golpe inesperado me dejó aturdido, todo a mi alrededor se volvió borroso.

Cuando recobré el conocimiento, yacía en un callejón oscuro, bajo la mirada indiferente de los demás.
El sonido de pasos apresurados se alejaba, acompañado por un sordo zumbido en mis oídos.
Mi cuerpo yacía inmóvil en el frío suelo de piedra, mientras mi mente intentaba asimilar lo que acababa de ocurrir.

A medida que la conciencia se desvanecía lentamente, reviví con claridad cada momento de lo sucedido:
La escalofriante sensación de estar atrapado en el centro de un torbellino de caos.
La determinación de hacer lo correcto a pesar del miedo latente.
Y finalmente, el impacto repentino que selló mi destino.

"¿Por qué...?"

Murmuré, con voz apenas audible en la penumbra del callejón.

Bajo la luz de la Luna I: Ascensión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora