Bajo la luz de la Luna I: Ascensión

Capitulo 19 - De Vuelta al Inicio, Pero Más Fuertes

Tres días habían pasado desde aquel incidente.
Mi último día en este reino. Era hora de decir adiós a los elfos ¿Y quién sabe por cuanto tiempo?
Estábamos en la taberna, preparándonos para partir.
Hasta ahora no había tenido señales del slime, no me extrañaría que haya escapado muy lejos. Si lo vuelvo a ver lo mataré, definitivamente.
El ayudante del tabernero estaba ayudando a preparar la carreta, el inicio del viaje sería en ella, hasta alejarnos lo suficiente de la ciudad.

Aunque ha sido un buen tiempo aquí, más allá de los incidentes desagradables pude conseguir una pequeña fortuna ahora mismo tengo 50 monedas de oro.
Aunque los Kil no son muy bien valuados, su concentración de oro es del 60%.
La moneda mejor valorada es el Mena, la moneda enana con una concentración del 100% de oro.
A esos enanos si que les gusta hacer las cosas bien.
Por otro lado, un Kil sería el valor de 6 dólares y un Mena el de 50. Claro eso disminuye según el tipo de moneda.
Kil Cobre: 1.50$.
Kil Plata: 3$.
Kil Oro: 6$.
Kil Platino: 12$.
Aumenta o disminuye el doble, es bastante sencillo de comprender.
Sin embargo los Mena:
Mena Cobre: 37.5$.
Mena Plata: 75$.
Mena Oro: 150$.
Mena Platino: 300$.
Mena Oro Mágico: 1000$.
Es un sistema muy similar, la única diferencia es que los enanos hacen monedas de oro mágico. Todos las hacen en realidad, las monedas de platino tienen oro mágico por eso su valor es mayor a las de oro, pero los enanos quisieron ir más allá y en demostración de su fortuna hicieron monedas de puro oro mágico. Aunque estas monedas no son realmente muy usadas por ser un mineral escaso. Aún así toman un valor muy superior debido a que el oro mágico es mucho más útil, puro y por supuesto brillante que el oro común.

"Señor, un hombre le buscá abajo, dice que es importante."

Me informó el tabernero al entrar a la habitación.
¿Un hombre? ¿Quién podría ser?
Acaso...

Tras bajar.
En la planta inferior de la taberna sentado en una de las mesas había un elfo vestido elegante como un mercader.
¿Para que quiere verme? ¿Cómo me encontró? Eso era lo único que podía pensar.
¿Acaso viene porque sabe que he estado ocultando mi identidad?
No, no puede ser eso.
Debe ser por ese tema del Maestro Boticario.
En los últimos días no es el primero que viene a verme. Todos quieren un brebaje, una poción y yo no tengo idea de a lo que se refieren.
La única poción que tengo es mi sangre vampírica y no estoy orgulloso de lo que hice con ella, aún me atormenta lo que pasó ese día.

"Oh, ¡Alabado sea Bricus! Maestro Boticario me alegro de que la información que me dieron fuera cierta."

"Deja las estupideces y comienza a hablar. No tengo mucho tiempo."

Todos estos elfos hacen la misma rutina.
Vienen, se sientan, alaban a su santo por horas y después empiezan a introducir su propuesta. Mejor que lo haga rápido para rechazarlo de una vez.

"Bien, Maestro Boticario. Cómo sabrá la sociedad elfa no acepta del todo a los humanos, los odiamos por lo que nos hicieron hace tantos años, los humanos no deberían ser más que meros esclavos en las minas, sirvientes que sirvan a los elfos..."

"¡Ve al grano! No me interesa lo que pienses de los humanos."

Cada día es igual, solo quieren insultar a los humanos.
Alguna vez fui un humano, se perfectamente lo crueles, injustos e idiotas que pueden ser, pero aún así fui parte de esa especie y no permitiré que alguien además de mi y mucho menos sin mi permiso los insulte.
Me dan ganas de atravesarlo de lado a lado, rebanar su cuerpo en miles de pedacitos y dárselo de comer a los lobos.

"¡Jii!... Si, por favor disculpe. En la sociedad elfa no se acepta al humano, pero aún así, matarlos es un crímen con pená de muerte. Sé de buena fuente que usted puede fabricar un brebaje que mata a los humanos y hace parecer que murieron de forma natural ¡¡Por favor, véndame la receta!!"