Bajo la luz de la Luna I: Ascensión

Capitulo 16 - Mí Némesis

“¡Si me das todo lo que tienes lo dejare ir! ¡Si no, el niño morirá!”

“¡Por favor, no le hagas daño!”

¿Qué pasa ahí? Esta ciudad si que es ruidosa.
Ja, parece que los guardias tienen mucha fama, pero se queda solo en las murallas.
Deberían reforzar más su seguridad en el interior.
Al famoso Conde Camvel no le importa mucho la seguridad de sus ciudadanos.
¿Pero a quién se le ocurre salir a la calle a las 3 de la madrugada?
Bueno, veamos que tenemos aquí.
Una mujer y un ladrón.
Esto me podría servir para crearme una reputación.
Debería quitarme la máscara por ahora, con esta oscuridad dudo que me vean...

“¡Apurate mujer! ¡Parece que quieres que tu hijo muera!”

“¡El que morirá eres tú!”

Aparezco justo entre ellos dos.
Justo como esos héroes de los cómic.

“¡Pierdete enano! ¡Esto no es asunto tuyo!”

“Quizás, puede ser, pero me gusta entrometerme.”

“¡Maldito! ¡¿Te estás burlando de mí?!”

“¿Burlarme? Por supuesto que no, te estoy amenazando.”

“¡Al carajo... te mataré mocoso!”

Dejé que lanzara el primer golpe.
No importa lo que él haga, no podrá tocarme y con esta oscuridad simplemente creerá que lo esquivé.
Es un simple ladrón, a menos que tenga magia no me hará daño alguno.

“¡¡Raaggg!! ¡¡[Dark Reaper]!!”

El ladrón lanzó una daga.
A continuación ¿Una habilidad? Sus pies tomaron un gran impulso mientras corría por el lugar lanzando múltiples dagas.
Para finalizar, desenvainó su espada la cual emitía un brillo traslúcido y salto sobre mí.

*Claaaang*

Arrojó simultáneamente cinco dagas, fué un buen espectáculo, pero eran dagas normales.
En cuanto a la espada, solo resonó en el suelo.

“¿Qué fue eso? Espero que solo fuera el calentamiento.”

Asumiendo el papel de alguien experimentado, le pregunté de manera despectiva.
Aunque aún con habilidades es tan lento que he tenido más de veinte oportunidades de eliminarlo.

“No se cómo esquivaste eso, pero esta vez no tendrás tanta suerte.”

Sacó una daga desde su bolsillo y esta tomo la forma de una guadaña corta con una cadena.

“Espero que te guste mi arma ¡Será lo último que veas!”

Lanzó su guadaña.
Me confíe de que era un arma normal, ese fue mi error.
En el retroceso, se llevó uno de mis brazos.

“¡¡¡Impresionante!!! Te llevaste mi brazo, un ladrón de segunda como tú... Te mereces un aplauso, pero ¿Qué tipo de arma es esa?”

Disimulando el terror que sentía por dentro, pregunté arrogantemente.
¡¡Esa arma me arranco el brazo, podría matarme si me descuido!!

“Te gusta ¿He? Es un arma mágica, corta de todo y es muy fácil de usar. Estoy muy orgulloso de ella, me la regaló el jefe por mi buen trabajo.”

Hablaba sin parar, como si se hubiera olvidado de que estábamos luchando ahora mismo.
Esa necesidad masculina de presumir sus juguetes filosos. Incluso una pelea es buen momento para hacerlo.
No mentiré, yo también lo haría.

“¡Alégrate! Ella será lo último que verás, mi pequeña Lilith.”

Nuevamente lanzó el arma apuntando a mi otro brazo.
Parece querer darme una muerte lenta y dolorosa, lastimosamente, no siento dolor alguno.