Espalda desnuda
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Tener que salir de la cama después de dar miles de vueltas sobre ella para conseguir dormir... No suena muy tentador.Gruño por lo bajo cuando los rayos del Sol se escapan a través de las cortinas oscuras. Giro mi cuerpo y ya no puedo volver a dormir. Suspiro y salgo de la cómoda cama con pasos perezosos hacia el baño.
Lavo mi cara y hago mis necesidades. Me doy una corta ducha sin mojar mi cabello, por lo cual lo ato bien para que no se moje, y me visto rápidamente al escuchar mis intestinos gruñir. Tan sólo espero que no me dejen en ridículo frente a los que me acogieron. Uso las extravagantes pantuflas que están súper cómodas y bajo las escaleras tras bostezar. Voces animadas se escuchan y soy otro bostezo tapando mi boca para que no vean mi horripilante boca.
Frunzo el ceño al ver una chica muy bonita con inocencia derrochando a su alrededor. Se ve la típica chica que es un subidón de dulzura. Camino hacia el comedor sintiéndome una intrusa pero la señora Selene es la primera es notarme y agregarme a la agradable reunión que tenían los demás. Todos caen en cuenta de mi existencia y hago el intento de una sonrisa que termina siendo una pequeña. Saludo a todos con la mano y frunzo más el ceño al notar al ruloso verme con una sonrisa y murmurarle algo a Vin quien pone los ojos en blanco y sigue con su comida.
- Espero y hayas dormido excelente - Si supiera. Le dedicó una sonrisa a boca a la señora Selene y me sirve un plato de Panqueques que lucen muy bien. A su lado un vaso de jugo que hace mis entrañas gruñir.
- ¿Cómo van sus heridas, Selene? - pregunta Vin metiendo en su boca un trozo de tocino. Siento una mirada sobre mi y veo que es la chica quien me sonríe. Frunzo el ceño y me centro en mi desayuno, que no tardo en devorarlo.
- Están sanado rápido - ella me mira - A comparación de como llegó - entonces sé que hablan de mi
- Me siento mejor - rompo el silencio que se había formado después - No quiero sentirme una abusadora de su... - veo el lujoso lugar - Hospitalidad. Así que...
- Te quedarás aquí hasta que yo lo vea conveniente - la iris plomiza de Vin me penetra con frialdad y escalofríos me recorren la espina dorsal como siempre lo hacen sus heladas miradas. - Y ahora no lo veo oportuno. - se cruza de brazos mirándome.
- No me parece justo estar aquí y no hacer nada - Murmuro por lo bajo sintiéndome intimidada por un mirada fija.
- Primero te recuperarás y te haremos unos exámenes - ¿Exámenes? - Y ya después veremos que hacer.
- ¿Qué clase de exámenes? - pregunto intrigada.
- Queremos saber si te encuentras bien - Hale interviene haciendo un ademán de su cuerpo.
- Yo no puedo costearlo - respondo apenada. No tengo ni en qué caerme muerta. Ni siquiera tengo una documentación que acredite mi existencia.
- No te preocupes por ello - Finaliza Vin quien se levanta de su lugar después de tomar una manzana que posaba en el centro con demás frutas.
Veo a la señora Selene y ella me sonríe diciendo "Aprovecha la oferta hija mia"
Nadie pronuncia una palabra y nos ocupamos de nuestro desayuno. Damien es el siguiente en retirarse seguido de la señora Selene.
- Me llamo Harriet - sonríe la castaña y le sonrío un poco. Pues no me queda de otra. Además no me da malas espinas.
- Soy Blair - ofrezco mi mano y las entrelazamos. Su palma es cálida y suave.
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WerewolfLibro III de la trilogía Evans Si algo anhelan los licántropos con intensidad es encontrar a su alma gemela. Si bien este caso no podría ser en el menor de los hermanos Evans. Vin, es un alma libre que no busca ataduras si no más bien vivir su vida...