Capítulo 12

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Desbordando
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El arrepentimiento me corroe al ver su comportamiento conmigo el día de hoy.

Cada que nos cruzamos ella finge no verme o simplemente si le hablo, me responde secamente.

Creí que no me afectaría pero estaba equivocado.

- Saldremos por la noche - murmuro cuando me deja pasar a su habitación. La encontré peinando su cabello y sigue haciéndolo sin prestarme la más mínima atención, me está matando. Quiero que al menos me mire. - Por si quieres venir - ella solo asiente.

- Gracias - me da una fugaz mirada y me trago mis disculpas. Lo he hecho todo el día y no se digna a hablarme. Me tiene mal.

Paso una mano por mi cara, frustrado.

- ¿Qué tal te fue? - pregunta Hale desde el sofá, está jugando un videojuego.

- Solo me agradeció - agradezco que la señora Selene tuvo que irse temprano si no estuviera castigandome con sus sermones. - No sé qué más hacer para que tengamos lo mismo que antes - confieso. Me había ganado su confianza y ella ahora apenas si me habla.

- ¿Y que tenían? - pregunta volviendo al juego. - No eran nada, Vin. - un dolor pasa por mi pecho. Veo a mis alrededores y enfoco mi oído y olfato. Solo estamos nosotros tres, Damien salió a no sé dónde y no a regresado desde el suceso. Más le vale que no regrese en un buen tiempo.

- Nos besamos en mi oficina- él me mira al instante con la boca abierta - Y... - me siento en un sillón individual. - Sentí algo como nunca lo había hecho.

- ¿Qué?

- La quiero en serio y no sólo hablo de sexo, Hale - él me observa con atención - La quiero a mi lado porque... Es mi mate - su boca se forma en una O y fijo la vista en el techo.

Espero que acepte ir con nosotros al antro por la noche.

Blair

Contengo la respiración en el momento que Harriet tira de los listones del vestido. Al momento de que ella jalara mi piel se llevó la fricción del movimiento.

- Preciosa - suelta un silbido y me ruborizo.

- ¿No te parece muy corto? - pregunto mirándome en el espejo. Apenas si cubre lo necesario.

- A mi me encanta - una tercera voz muy familiar se escucha y me tenso. Damien - Te queda muy bien, Blair - me doy la vuelta y lo encaro.

- Pues más te vale controlar esos ojos, Damien - espeta Harriet y río por lo bajo. Ella hace un ademán de que lo estará viendo - Te estaré observando - Él suelta una pequeña risa y levanta las manos en señal de rendición cuando ella pasa por su lado y sale de la habitación.

- Pobre el chico que sea su mate - se sienta en la orilla de la cama y veo que trae algo en sus manos. Lo veo jugar con la pequeña caja alargada negra hasta que se pone de pie y en un parpadeo está frente a mi con la cajita - Quise traerte esto - Abre la cajita y veo una cadenita dorada con una pequeña Luna en medio que tiene diamantes pequeños en su interior - Daba una vuelta por las tiendas y me gustó este para ti - su mirada encuentra la mía y me percato de algo nuevo en sus ojos.

- Gracias - no puedo evitar sonreír. - No tenías que - él la saca de la cajita y la alza para mi

- ¿Me permites abrocharla para ti?- sonrío y me doy la vuelta. Su aliento acaricia mi cuello y siento la calidez que emana su cuerpo.

Vin...

No él no.

Sus dedos rozan con mi piel pero no siento ningún escalofrío como lo que provocaba él.

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