Capítulo 26

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Nuevo lugar
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Sé muy bien que un ramo de rosas con chocolates no serán suficientes pero el día que tengo planeado para ella es digno de un perdón.

Toco la puerta de nuestra habitación y no hay respuesta. Agudizo mi oído y no escucho sus latidos, abro la puerta y me sorprendo al notar la cama hecha tal y como estaba horas atrás. A su tocador le hace falta algunas cosas: su bloqueador solar, crema hidratante favorita y ese bálsamo de fresa que tanto le gusta.

Toco la puerta del baño y tampoco hay respuesta, mi pulso se acelera, que no sea lo que estoy pensando.

Reviso si hay todo eso que ella usa pero falta su shampoo de granada, su jabón líquido olor a fresas y su cepillo de dientes.

Mierda.

Reviso nuestro clóset y mi mundo cae a mis pues al ver que falta parte de su ropa prácticamente no está lo que siempre usa.

Dejo el ramo sobre la cama y bajo las escaleras en un santiamén y voy directo a Hale que acababa de llegar de correr junto con Damien.

— ¿Han visto a Blair? — veo por la ventana que ya a amanecido.

— Primero que nada buenos días — dice con sarcasmo Hale y yo gruño.

— No estoy para tus malditos bromas, Hale — espeto entre dientes sintiendo la desesperación fluir en mis venas. — ¿LA VIERON O NO? — niegan con la cabeza y siento mi frustración estallar. Voy al teléfono de la casa y llamo rápidamente a su número.

Manda al buzón.

— ¡Mierda! — tomo las llaves de mi auto — ¡Ayudenme a buscarla! — ordenó y ambos se convierten en su forma lobuna mientras yo me voy corriendo al coche para ir más rápido.

Recorrer las calles de la manada nunca fue tan asfixiante.

La idea de Blair yendo a no sé dónde me carcome y la culpa me hace sobre pensar muchas cosas. No debí desquitarme con ella.

Soy un idiota.

Igual que tu hermano

Pongo los ojos en blanco y acelero la búsqueda, abro la ventanilla para ver si distingo su olor.

¿A dónde iría si fuera Blair?

No tiene familiares ni nada por el estilo en otro lugar, las personas que ella conoce yo las conozco.

Conociendola iría a un lugar donde yo no pueda imaginar o llegar a él...

Paso lentamente por la parada se autobuses y distingo su olor levemente. Solo un poco. Fresas y flores.

Estaciono el coche y olfateo su olor. Llego hasta una tienda a dos cuadras.

Empujo la puerta y hago sonar una campanita.

— Buenos días, alpha — un señor, de barba grisácea y barrigon, me da una reverencia. — ¿Qué lo trae por aquí? — olfateo el aire cuando le doy la espalda. No tiene mucho que se fue, máximo dos horas. Su olor está esparcido por todo el ambiente.

— ¿Ha visto a Blair? — el señor evita mirarme y alzo una ceja. Me acerco peligrosamente hacia él — Le repetiré la pregunta — hablo esta vez para nada amable — ¿Ha visto a Blair? — Literalmente se encoje en su lugar y enrojece.

— Nuestra Luna dijo que no dijese nada sobre lo que escuché — cierra los ojos encogiendose, esperando lo peor.

— Dime lo que sabes — repiqueteo mis garras en el mostrador para intimidarlo y llegar lo antes posible a mi Luna.

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