Dolor
──────- Alpha, la encontramos - me comunican a través del teléfono. Cuelgo sin decir nada y me dirijo a donde se escucha el aullido, en forma de ubicación.
Llevamos una hora buscándola en el bosque y en la manada y gracias a la Diosa la encontraron ya.
De todos modos no podía salir de mi manada. Les di ese comunicado a mis guardias y a los alphas vecinos que también saben de eso.
Está atrapada.
Mi corazón se acelera cuando estoy cerca de donde provino el aullido. Un delicioso olor a frutas y flores más fuerte que nunca y ahora conozco ese olor que era confuso para mi: fresas.
Mi respiración se detiene cuando la veo en brazos de Damien.
Está semidesnuda.
Voy a pasos pesados y la rabia recorre mis venas. ¡La está tocando!
MATEEEEE
Literalmente lo empujo mientras con la otra mano libre la cojo en mi brazo. Después de empujarlo la acomodo mejor y veo lágrimas secas en su pequeño rostro.
- MIA - susurro y le doy un pequeño beso en la frente.
- ¡¿Qué demonios te pasa Vin?! - grita alzandome la voz y lo fulmino con la mirada.
- Quítate la chaqueta - ordeno al guardia que nos observaba en silencio. Lo hace sin dudar y arropo a Blair con la chaqueta del tipo, cubriendo su cuerpo. - Puedo hacer contigo lo que yo quiera - respondo secamente empezando a caminar. Será un gran paseo a mi casa. Estamos al otro extremo de la manada y mi casa está al otro extremo. Pero no me importa caminar si la tengo a ella conmigo.
- ¿Porqué te preocupas por ella ahora? - avanza a mi lado y gruño cuando está muy cerca de nosotros, quiero que nos dé espacio. La respiración de Blair es pausada y profunda y sus palpitar es calmado, vamos bien. - Ni siquiera le dijiste la verdad - me giro a verlo. - Y ahora la protegen como si fuera lo más preciado en tu vida - escupe - Pura mierda, Vin - veo la ira en sus ojos - ¿Qué quieres? ¿Un revolcón? - suelto una risa amarga.
- Eso es lo que quieres tú - espeto entre dientes. Ni loco dejaría que mi chica tuviera algo con él o alguien más. - Pero lamento decirte que no sucederá - entonces ella comienza a murmurar cosas sin sentido entre sueños y la acomodo mejor en mi pecho, para que no pase frío. - Es mi mate, Damien - sus ojos se agrandan y pasea la vista de ella y yo.
- No te querrá después de esto - afirma - Me lo dijo antes de que cayera inconsciente - me giro a él enseguida - La encontramos a duras penas consiente y cuando me vió me dijo "No quiero volver" - me da una sonrisa burlona y se convierte en lobo, desapareciendo en la oscuridad de la noche.
Blair
Siento mi cuerpo dar suaves movimientos de arriba a abajo. Es como si alguien me cargara. Abro lentamente los ojos y el cielo es oscuro con pequeñas estrellas y una brisa helada. Me hago ovillo y miro para arriba, Vin.
Sus ojos grises, que se ven oscuros por la escasa luz, me observan diferente. Lo empujo y caigo de culo en el asfalto, hago una mueca.
- ¿Estás bien, Blair? - regresa a mi preocupado y me abrazo a mi misma, dando pasos atrás. Por su rostro parece pasar el dolor pero lo ignoro.
- ¿Ahora te importa? - espeto sintiéndome de nuevo molesta. Casas a obscuras decoran mi alrededor y sigo en línea recta con el tatuado detrás mío.
- Blair - casi súplica - Lo admito - toma mi muñeca, deteniendome - No tengo excusa para ello- giro los ojos y evito mirarlo - Pero hay algo que debes saber - su voz parece necesitada.
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Hombres LoboLibro III de la trilogía Evans Si algo anhelan los licántropos con intensidad es encontrar a su alma gemela. Si bien este caso no podría ser en el menor de los hermanos Evans. Vin, es un alma libre que no busca ataduras si no más bien vivir su vida...