Capítulo 10

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Problemas y frustraciones
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- ¡Blair! - la llamó alzando la voz. Necesito que me diga dónde guardó los papeles que necesito.

El día anterior ella acomodó mis carpetas pero no los encuentro y me urge tenerlos para irme al juzgado.

- ¿Qué pasa,Vin?- Aparece en mi campo de visión con una falda negra y una pequeña blusa del mismo color de tirantes. Trago saliva.

- ¿Dónde están los papeles que dejé aquí? - Pongo mi mano sobre mi escritorio donde no hay nada bajo ella.

- Está por abecedario - Rodea el escritorio y queda a lado mío. Se inclina y su extraño olor me golpea y tengo que tragar seco al ver las curvas de su trasero cerca de mi pierna. Mi miembro palpita y me imagino tomándola de la cintura y del cuello mientras la acorralo contra el escritorio y le doy por...- ¿Es este? - dice rompiendo mi imaginación y me fijo en un pequeña nariz y como me llega al pecho. Sus labios rosados están entreabiertos y me pregunto si sabrán a ese bálsamo de fresa que se pone a veces.

Leo el encabezado.

- Gracias - Entonces sin tener que pensarlo mucho. La tomo por el cuello, alzo su cara y estampo sus labios contra los míos. Necesito quitarme esa duda. Hago que su trasero quede sobre el escritorio y la junto nuestros cuerpos, terminando con esa distancia que me estaba asfixiando. Sus labios se mantienen tímidos y yo con un mordisco en su labio inferior me abro paso en su boca. Ella posa sus pequeñas manos en mis brazos y yo abro más sus piernas a los extremos de mis caderas. Le doy un empujón con mi miembro y ella gime bajito. Aumento el movimiento de mi boca contra la suya y su lengua comienza a moverse lentamente y yo siento la necesidad de devorarla por completo. Le doy un apretón en sus caderas, con la mano que no tengo en su cuello, y alargo más el beso sin la intención de parar. Ella poco a poco me sigue el ritmo y me desconcierta la necesidad que en mis venas corre.

Quiero más

Deslizo su mano hacia su ropa interior y ella me detiene. Se separa abruptamente de mi boca y me quedo sorprendido.

- ¿Qué...?

- No está bien que hagamos esto, Vin - me separa con su dedo índice y me encuentro retrocediendo con un simple movimiento que no tiene la suficiente fuerza para moverme. - Siempre creí que le daría mi virginidad al chico que amara - esas palabras logran causar estragos en mi. - No se la daré a cualquiera - auch . Trago mi dignidad y asiento con una presión es mi zona baja. - Además... ¿Para eso tiene a Madisson no? - y la nombrada aparece para mí desgracia. Tengo un dolor de huevos y ahora un dolor de cabeza.

- ¿Qué pasa aquí?- pregunta Madisson al ver dónde estamos. Y tan solo se vaya Blair me armará una escena de celos innecesaria.

- Ya me iba - responde Blair acomodando su falda y suspiro para mis adentros. Hasta hace poco quería quitársela. Y desaparece por la puerta dejando mis frustraciones hacerse ovillo dentro de mi.

- No tengo tiempo para tus estupideces, Madisson - espeto dando una ojeada al documento que me dió Blair. Estos días que a estado aquí me había dado muchas interrogantes y ahora sé que tal vez si sea como pienso.
Su cercanía, mi lado posesivo sale a flote con tanta facilidad que me sorprende y mi protección hacia ella solo me lleva a una cosa: Ella es mi mate.

Desde el día que salimos por un helado me lo plantee cuando la rodee con mi brazo al ver los chicos mirándola sin disimulo. Mi lado posesivo y celoso salió a flote y me sentí en la punta del mundo al ver qué no se alejaba y que en silencio me miraba y disfrutaba de mi cercanía tanto como yo la de ella.

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