Capítulo 18

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La familia perfecta
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Una preciosa chica rubia se acerca a mi y juro por Dios que es perfecta aún estando embarazada

- Hola, Blair, me llamó Isabella - extiende su linda mano con un sencilla manicura y un anillo reluciente - Soy cuñada de Vin - sonríe amablemente y sus ojos color cielo me ruborizan. No puedo creer que alguien con su belleza esté mirándome.

De hecho todos en la sala parecen tallados por Dioses. Me hacen cuestionarme físicamente.

- Ho. Hola - tomo su mano y la calidez me rodea.

- No tienes porque estar nerviosa - me rodea por lo hombros como si fuera lo más normal en nosotras - Somos tu familia a partir de ahora. - me tenso al ver que me lleva a la mesa repleta de personas que posan su mirada sobre mi. - No incomoden a nuestra nueva miembro en la familia - exclama a los demás y se acerca a mi oído - Es normal que estés nerviosa - entonces poco a poco comienzo a sentir relajado mi cuerpo - Secreto de Luna - me guiña un ojo y se va con un hombre con mirada fría que en cuanto la ve sus ojos se iluminan y se suavizan. Ella va directo a él y entrelazan sus manos. Ambos parecen maduros pero él luce muy intimidante, sus ojos grises me escanean con curiosidad.

- Así que tú eres la mate de mi tío favorito - doy un brinco cuando escucho esa voz a mis espaldas. Una mano toma la mia y veo que se trata de Vin - Soy Jayden - extiende su mano - Su sobrino - entonces veo un anillo plateado con un símbolo en su dedo índice. Parece como una promesa

- Mucho gusto Jayden - tomo su mano y veo su atractivo rostro. Vaya. Todos en esta sala son hermosos. Sus ojos son de un tono gris azulado, su cabello es un rubio oscuro y su piel es un poco bronceada, me saca una cabeza y media de altura y su complexión es en forma. Viste ropa sencilla, una camisa vino ceñida a su cuerpo y unos jeans rotos negros. - Blair - él le da un apretón amistoso y suelto su mano al sentir una presión en mi cintura. Vin. - ¿Puedo contarte un secreto? - me susurra guiñandome el ojo y me quedo confundida. Se pone a mi altura y se acerca a mi oído - Noto tu incomodidad con mi tío, querida Blair, no hace falta que lo aceptes - me tenso - Pero tranquila su secreto está a salvo conmigo - me guiña uno de sus plomizos ojos con espesas pestañas al rededor y cuando se va junto a la rubia perfecta siento que respiro.

- Te presentaré a la familia - Vin toca mi espalda baja muy superficial - mi prima Mia - señala una castaña con unos ojos avellanos grandes y llamativos - Su esposo Adam - señala un rubio con una mandíbula muy marcada que se encuentra con el ceño fruncido a su teléfono - Su hija Emy - la nombrada hace un ademan con una mano sonriendo - Axel alpha de la manada vecina y mate de mi sobrina, Juliet- señala a un hombre pelirrojo que se encuentra con una linda rubia a su lado - Juliet, hija de Isabella y Jake, mi hermano - señala a la rubia hermosa y al tipo de mirada helada pero que por alguna razón hacen una pareja perfecta - Mi hermano mayor - señala al mismo tipo - El hermano del medio - señala a otro castaño pero este tiene los ojos celestes y se encuentra con una castaña muy bonita - Patrick y su mate Megan - los nombrados me miran y saludan con su mano mientras sonríen a boca cerrada - y por último mis padres - señala a una apuesta pareja - ya conociste a mi madre pero él es mi padre. - el hombre se levantan y tengo que alzar la cabeza para que unamos miradas.

- Puedes decirme Iván - extiende su mano y la estrecho con desconfianza.

- Mucho gusto, Blair - alejo su mano de la mia y me escudo de Vin. Tantas personas desconocidas está comenzando a hostigarme.

- Siéntese mis niños - exclama la madre de Vin - Ahora traeran la cena - entonces comienzan a llegar el servicio y me incómoda a un más al ver a estas personas trabajar para estas personas con dinero. Hasta hace poco era uno de ellos y ahora se supone que soy de los del otro bando, cosa que jamás imaginé.

- ¿Te sientes bien? - susurra Vin cuando me hace tomar asiento a lado de su madre y él a lado del mío. Yo solo asiento y ansío que esto termine.

La cena transcurre entre pláticas y pláticas que son interesantes hasta que su madre me mira fijamente.

- ¿Y tú de dónde eres, Blair? - siento a mi lado Vin tensarse y yo retuerzo los dedos bajo la mesa de madera en la que hay un buffet de comida.

- Mamá - trata de intervenir Vin.

Pues soy hija de reyes de los demonios que tramaron un "secuestro" y los malos de la historia me llevaron con ellos y conforme crecí me di cuenta que quería algo más de mi el líder del bando por lo tanto escape el día de pos boda.

- Perdí la memoria en un accidente - miento y Vin me mira enseguida. - Me acogieron en un campamento y después me enteré que era una demonio - su madre me mira curiosa.

- ¿Ya te transformaste? - asiento - ¿Sabias que los demonios de sangre pura son los únicos en poseer alas? - soy una de ellos por cierto - Y son los más poderosos de hecho. - me mira con un brillo en sus ojos - Me encanta leer sobre las especies de hecho - admite orgullosa y sonrío un poco. - Lamento mucho tu pasado - toma mi mano que estaba bajo la mesa elegante de madera y le da un sincero apretón - Pero ahora estás con nosotros y nada podrá pasarte - me mira de esa forma maternal que pensé que solo recibiría de parte de la señora Selene. Un nudo se asienta en mi garganta y asiento.

Después de largas horas de pláticas y risas todos deciden irse a descansar a esta mansión que tiene muchas habitaciones según lo que comentan.

- Esta casa es de mis padres - Vin camina a mi lado y agradezco por Dios que a impuesto entre nosotros una distancia prudente. - Dormiremos en mi habitación - me giro a él enseguida, sin dejar de caminar - Dormiré en el sofá que tengo allí - responde con desilusión que quiere no hacerlo notar pero falla - No te preocupes - da la vista al frente y me arrepiento de ser tan cruel con él.

Rechacé que me tomara la mano más de lo debido y que me abrazara frente a su familia, simplemente yo imponía un límite entre nosotros.

- ¿Cuánto tiempo estaremos aqui? - pregunto sin poder contenerme. Yo solo tengo este vestido veraniego. - No pensé que fuéramos a dormir aquí - él me sonríe de lado.

- Yo tampoco - llegamos a una habitación de mi lado derecho con un poster de una caricatura que desconozco y la abre para mi - Bienvenida a mi habitación de la niñez - ante mi se muestra una habitación azul oscuro iluminada con luces calidas. Con pósters, dibujos y pinturas. Todo ordenado. Nos adentramos y veo que en el rincón hay un escritorio con una computadora, cerca de un clóset, en la otra esquina un librero, y a unos metros del libreto una cama con sábanas grises, King. Él va directo al clóset y me tiende una camiseta. - Te quedará bien esta - la tomo y nuestros dedos se rozan provocando mariposas en mi estómago. - El baño está por allá - señala una puerta a mi lado derecha y voy hacia ella. Me visto rápidamente, hago mis necesidades, lavo la cara como puedo y salgo. La camiseta me queda a la mitad de los muslos y me siento más cómoda así.

Cuando salgo él ya está instalado en el sofá. Mi corazón da un huelco y la verdad no quiero que duerma allí quedando espacio de sobra en la cama. Voy hacia él y tomo sus ambas manos, tomándolo de sorpresa. Lo jalo hacia mí y hago que se ponga de pie. Llego a la cama caminando de espaldas, me siento en la orilla y hago que haga lo mismo.

- Duerme conmigo, Vin - sus ojos se iluminan y no se hace mucho el del rogar. Se acomoda y yo hago lo mismo al otro extremo. Me doy la vuelta y él también lo hace quedando cara a cara - Cuéntame algo - él apaga de un botón las luces y solo quedan las lámparas, iluminando solo unas facciones de su cara. La verdad es que estoy exhausta pero quiero compensar mi comportamiento frío con él.

- ¿Qué quieres saber? - se acerca más a mi, quedando a treinta centímetros de distancia y me da el privilegio de sentir ligeramente su aliento.

Es mi hora de quitar esa pregunta que me he Estado haciendo desde hace rato.

- Tú padre fue un alpha - comienzo a decir y su rostro se oscurece un poco - Tu hermano mayor también y Patrick no es alpha pero tu si... ¿Porqué? - él se acuesta sobre su espalda y se queda mirando el techo en silencio con respiraciones pausadas.

- Esperaba cualquier pregunta menos esa - suspira y vuelve a la posición anterior - ¿Porqué quieres saberlo? - trata de alcanzar mi mano y la alejo sutilmente.

- Debo saber con quién viviré el resto de mi vida ¿no? - mi tono amargo de voz me toma por sorpresa y su rostro se contrae.

- Pues supongo que debes saber mi historia

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