Sensible
────────- ¡¿Sabes qué?! Ya no te soporto - y le cierro la puerta en la cara.
Harriet me ve con los ojos desorbitados y yo pongo los míos en blanco.
Vin se cree mi alpha también porque trata de dominar cada paso y vigilar cada maldito segundo y estoy agotandome de ello.
- Blair por favor - suplica a través de la puerta y gruño molesta. - Está bien, tú ganas - da un suspiro - Te dejaré en paz - agudizo mi oído y lo escucho alejarse.
Me giro a Harriet y me con la interrogativa escrita en su rostro.
- ¿Le has dicho? - suspiro sentándome junto a ella, en la alfombra con varios tipos de snacks, niego con la cabeza y es su turno suspirar - No tardará en darse cuenta, Blair - miro los tazones de snacks y me voy a las palomitas con extra mantequilla.
- Hemos estado discutiendo últimamente - me excuso - No a sido un buen momento - ella alza una ceja castaña.
- ¿Pero si para dejar marcas en tu piel? - mis mejillas se calientan y ella niega con la cabeza con desaprobación. Tengo chupones en mis pechos y cuello, marcas de nuestras noches de reconciliación después de discusiones. - Entiendo que parezcan dos lobos en celo - toma mis manos y no puedo evitar sentir el calor en mi rostro - Pero debes de tener en cuenta que ya no sólo hay una vida en su vida.... Pronto serán dos. - me mira con brillo maternal y suspiro - Por eso estás irritable - alzo una ceja - Y sensible es...
- El embarazo - termino por ella - Lo sé - obviamente - Pero es que - bajo la mirada hacia nuestras manos - No sé si quiera un bebé ahora - mi mayor temor hasta ahora - Está abriendo un negocio que promete triunfar y yo no... - se me corta la voz y de repente siento un nudo en la garganta - No quiero ser un estorbo - Digo entre sollozos sin poder evitarlo y ella me abraza.
- Él lo entenderá- me anima - Además el bebé no se hizo solo - me ruborizo y suelto sus manos para llevar las mías a mi abdomen que está un poco abultado. - Estará él para ti - nos miramos fijamente y tomo el valor suficiente para levantarme e ir hacia la puerta - ¿A donde vas? - pregunta confundida.
- Voy a decirle la verdad - pronuncio más segura de lo que pretendía y me mira orgullosa.
Cierro la puerta al salir y respiro hondo mientras voy rumbo a su oficina.
- No puedo creer que haya más problemas con el maldito transportista - escucho que espeta Vin molesto en la sala. Bajo las escaleras lentamente y veo que habla con Hale que revisa unas cajas grandes. - Son unos incompetentes - identifico la ira en su voz y estoy a punto de retroceder cuando se tira hacia mi - ¿Pasa algo? - trata de borrar la ira en su voz.
- Sentí tu ira y vine a ver que era - miento y él suspira.
- Son unos malditos problemas - responde y Hale se hace oídos sordos - Espero que no haya más inconvenientes que a este paso...
- Se le caerá el pelo - interrumpe Hale en un intento de calmar las aguas pero yo me siento más bien decepcionada. Finjo una sonrisa y Vin relaja un poco el rostro.
- ¿Estás segura que solo viniste a eso? - responde ahora más calmado y asiento sintiendome incapaz de sentir esa valentía de antes.
- Los dejo - murmuro regresando por donde vine.
- ¿Qué te dijo? - pregunta Harriet tan sólo me ve entrar.
- No le puse decir nada - digo en un hilo de voz, ella frunce el ceño preocupada
- ¿Porqué? - me hace sentarme nuevamente en la alfombra y tomo un puñado de palomitas para mi tristeza.
- Estaba en mal momento - ella bufa.
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TE ENCONTRÉ
Hombres LoboLibro III de la trilogía Evans Si algo anhelan los licántropos con intensidad es encontrar a su alma gemela. Si bien este caso no podría ser en el menor de los hermanos Evans. Vin, es un alma libre que no busca ataduras si no más bien vivir su vida...