Capítulo 25

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Sensible
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- ¡¿Sabes qué?! Ya no te soporto - y le cierro la puerta en la cara.

Harriet me ve con los ojos desorbitados y yo pongo los míos en blanco.

Vin se cree mi alpha también porque trata de dominar cada paso y vigilar cada maldito segundo y estoy agotandome de ello.

- Blair por favor - suplica a través de la puerta y gruño molesta. - Está bien, tú ganas - da un suspiro - Te dejaré en paz - agudizo mi oído y lo escucho alejarse.

Me giro a Harriet y me con la interrogativa escrita en su rostro.

- ¿Le has dicho? - suspiro sentándome junto a ella, en la alfombra con varios tipos de snacks, niego con la cabeza y es su turno suspirar - No tardará en darse cuenta, Blair - miro los tazones de snacks y me voy a las palomitas con extra mantequilla.

- Hemos estado discutiendo últimamente - me excuso - No a sido un buen momento - ella alza una ceja castaña.

- ¿Pero si para dejar marcas en tu piel? - mis mejillas se calientan y ella niega con la cabeza con desaprobación. Tengo chupones en mis pechos y cuello, marcas de nuestras noches de reconciliación después de discusiones. - Entiendo que parezcan dos lobos en celo - toma mis manos y no puedo evitar sentir el calor en mi rostro - Pero debes de tener en cuenta que ya no sólo hay una vida en su vida.... Pronto serán dos. - me mira con brillo maternal y suspiro - Por eso estás irritable - alzo una ceja - Y sensible es...

- El embarazo - termino por ella - Lo sé - obviamente - Pero es que - bajo la mirada hacia nuestras manos - No sé si quiera un bebé ahora - mi mayor temor hasta ahora - Está abriendo un negocio que promete triunfar y yo no... - se me corta la voz y de repente siento un nudo en la garganta - No quiero ser un estorbo - Digo entre sollozos sin poder evitarlo y ella me abraza.

- Él lo entenderá- me anima - Además el bebé no se hizo solo - me ruborizo y suelto sus manos para llevar las mías a mi abdomen que está un poco abultado. - Estará él para ti - nos miramos fijamente y tomo el valor suficiente para levantarme e ir hacia la puerta - ¿A donde vas? - pregunta confundida.

- Voy a decirle la verdad - pronuncio más segura de lo que pretendía y me mira orgullosa.

Cierro la puerta al salir y respiro hondo mientras voy rumbo a su oficina.

- No puedo creer que haya más problemas con el maldito transportista - escucho que espeta Vin molesto en la sala. Bajo las escaleras lentamente y veo que habla con Hale que revisa unas cajas grandes. - Son unos incompetentes - identifico la ira en su voz y estoy a punto de retroceder cuando se tira hacia mi - ¿Pasa algo? - trata de borrar la ira en su voz.

- Sentí tu ira y vine a ver que era - miento y él suspira.

- Son unos malditos problemas - responde y Hale se hace oídos sordos - Espero que no haya más inconvenientes que a este paso...

- Se le caerá el pelo - interrumpe Hale en un intento de calmar las aguas pero yo me siento más bien decepcionada. Finjo una sonrisa y Vin relaja un poco el rostro.

- ¿Estás segura que solo viniste a eso? - responde ahora más calmado y asiento sintiendome incapaz de sentir esa valentía de antes.

- Los dejo - murmuro regresando por donde vine.

- ¿Qué te dijo? - pregunta Harriet tan sólo me ve entrar.

- No le puse decir nada - digo en un hilo de voz, ella frunce el ceño preocupada

- ¿Porqué? - me hace sentarme nuevamente en la alfombra y tomo un puñado de palomitas para mi tristeza.

- Estaba en mal momento - ella bufa.

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