Mi maldita tarea y yo

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Narrador:

La escuela estaba bien, consideré durante mis primeras dos semanas de clases, Gemma y Matt habían sido muy amables con nosotros y nos guiaron a nuestras clases durante la primer semana así que era normal verlos esperando fuera del salón de Transformaciones para acompañarnos hasta el invernadero uno donde tomábamos la clase de Herbología.

Sin embargo había algo que me inquietaba, y no era solo el hecho de que toda la escuela murmuraba a mis espaldas, y es que las clases poco a poco me confundían más. Debíamos leer, eso estaba claro, ¿pero cómo hacerlo cuando ni si quiera puedes juntar dos sílabas porque se mezclan con otras tres? Ni idea.

-¿Hiciste la lectura para Historia? -me interrogó Henry llegando junto a Hestia y Astoria. Era raro ver a Hestia sin Flora, y a Flora sin Hestia, pero a veces ocurría.

-No-me encogí de hombros y señalé mi libro de historia, que sabía era ese porque era la misma portada del libro que Astoria sacaba en esa clase.

-Tenemos esa clase luego de almorzar, deberías hacerlo o el profesor Binns se molestará -me recomendó Hestia.
Hice una mueca-. El profesor Binns nunca se molesta, le da exactamente igual -bostecé y subí las piernas al brazo del sillón. Él solo sigue con la clase- ¿Bajarán a almorzar? -cerré mi libro descuidadamente.

Astoria cruzó miradas con Hestia-. De hecho, estábamos pensando en ir a la biblioteca antes, ¿vienes?.

Negué. El simple hecho de pensar en cientos de estanterías con libros que jamás podría leer, me mareaba. Me levanté, tomé mi libro y me encaminé fuera de la sala común. Los profesores no estaban tan mal, supongo, pero sus clases eran imposibles.

En Pociones, con el profesor Snape, había hecho estallar el caldero al menos tres veces en las dos semanas que llevaba en Hogwarts, todo porque no podía leer las instrucciones e ingredientes que él ponía en la pizarra o que nos señalaba el libro. Astoria a veces me detenía antes que yo pudiera echar espinas de puercoespín antes de un cabello de troll, pero no siempre podía estar al pendiente de su poción y mis errores a la vez.

Pensé que Transformaciones me resultaría más fácil, pero la profesora McGonagall nos ponía a intentar convertir cerillas en agujas y hasta ahora no había obtenido ni un pequeño destello plateado en mi cerilla. Las miradas que Ginny y los otros Gryffindor me dirigían en clase tampoco ayudaban. Compartía muchas clases con Ginny y sus compañeros de casa,como Pociones, Transformaciones y Astronomía, y en absolutamente todas ellos me miraban con el ceño fruncido o intentaban hacer que yo cometiera un error para que me quitaran puntos, lo cual, siendo sincera, no era muy difícil pues me distraigo en cuestión de segundos, todos excepto una chica la cual por alguna razon miraba mal a todos y a mi me sonreia de lado.

El profesor Binns, el único profesor fantasma, hacía de sus clases condenadamente aburridas, hablaba de forma horriblemente monótona, pero al menos hablaba y yo podía tomar notas en un pergamino que luego me tardaba una hora en pode leer una frase. Al menos podía, gracias a que algo de lo que escribía se quedaba en mi memoria, y eso ya era algo, al menos con él podría intentar conseguir un "aceptable" en sus exámenes.

Encantamientos era un poco más divertido, podía imitar un poco el movimiento de muñeca del profesor Flitwick y repetir sus palabras para ejecutar el hechizo final. Pero Defensa Contra Artes Oscuras era mi siguiente peor materia, y esta vez puedo decir que es más por el profesor que por los libros.

¡Gilderoy Lockhart era irritante! ¡Demasiado, lo juro!

Se pasaba toda la clase hablando de si mismo, lo cual no era sorpresa porque todos los libros de su clase eran libros que él mismo escribió, pero en lugar de hablarnos sobre cómo venció a un hombre lobo, o como hacer frente al canto de una sirena, hacía ridículas preguntas sobre su color favorito y en qué capítulo se decía su mayor ambición. Ahora mi mayor ambición se estaba convirtiendo en asesinarlo y colgar su cabeza parlanchina llena de rizos dorados en la punta de la torre de Astronomía.

LEYENDO Cassidy Weasley y Los Elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora