Tengo un hermano con cara de pez

283 30 0
                                    

Aviso:
No desesperen amigos mios los demás semidioses que faltan llegarán dentro de dos capítulos o tres mas, ¿por que? Me gusta el suspenso.

Ahora otra cosa, trato de poder hacer lo más satisfactoria la historia para todos así que les pido de favor como siempre comenten para que lo sepa.

Sin más que comentar les dejo el capitulo

--------------------------------------------

Jade: ven acá niña --jala a cass a su lado-- si me infarto agarrame, total será por ti el infarto.

Cassidy la mira divertida.

Luego de la cena en mi primer noche en el Campamento Mestizo, Annabeth y Quirón me acompañaron, aún algo sorprendidos, a cambiar de la cabaña de Hermes a la de Poseidón. La cabaña correspondiente era baja, larga, sólida y las ventanas daban hacia el mar; por el exterior las paredes eran de piedra áspera gris con piezas corales, estrellas marinas y conchas decorándola, mientras que dentro había seis literas vacías y perfectamente ordenadas.

Miré a mi alrededor cuando Annabeth salió y cerró la puerta detrás de ella dejándome sola. Respiré profundo y sentí como ahí dentro el aire era un poco salado, era como estar justo a la orilla del mar. Suspiré sin aún creerme lo que había ocurrido y me acosté en la litera más próxima a la ventana, se sentía bien poder ver el mar desde ahí. Dejé mi mochila sobre una de las otras camas vacías y me acosté a dormir arrullada por las olas.

Cualquiera podría decir que era una escena melancólica, incluso deprimente, pero a mí me gustaba aquella soledad. Estaba acostumbrada a una casa con siete medio hermanos fastidiosos que se la pasaban gritando y jugando bromas extremadamente pesadas, aunque aún así seguían siendo los hermanos con quienes crecí y no podía evitar serles leal. De cualquier modo, la soledad me dio tiempo de digerir los últimos hechos ocurridos en estos días, y prepararme mentalmente para mi primer día oficial en el campamento.

Jake: ahora se de donde saco nico el gustarle la soledad -dijo el chico burlon esquivando una copa que le tiro el hijo de Hades-- ¿que tienen con tirarme cosas?

Así que luego de un sueño profundo y tranquilo por primera vez en días (es decir, sin soñar nada en absoluto en toda la noche), me dirigí a realizar las actividades del campamento. Aunque he de admitir que fue un poco duro. Annabeth nos daba clase de griego clásico, y hablábamos de los dioses y diosas de una forma que me resultó bastante extraña, es decir en el presente y en el mundo real. Pero realmente las clases, aunque Annabeth me las tenía que dar en privado porque los otros chicos no querían compartir las clases ni sentarse conmigo, habían resultado bastante sencillas ya que yo era capaz de entender el griego como si toda la vida hubiera crecido hablándolo.

Luego de la clase de griego acompañé a Annabeth y Jade (esta ultima de colada por que no queria ir a su clase de arqueria) hasta la Casa Grande porque me contó que un chico había llegado hacía dos días y aún seguía inconsciente tras pelear utilizando tan solo sus manos contra el Minotauro.

El chico en cuestión tenía el cabello azabache, la piel un poco pálida y enfermiza (aunque se notaba que su piel era naturalmente bronceada), los ojos firmemente cerrados, y la boca entreabierta dejando que un hilito de saliva caiga por la comisura de su labio.

Varios se rien de lo último haciendo que Percy se sonroje.

Le cortamos unos trocitos de ambrosía y se los íbamos poniendo en la boca, y luego le dábamos de beber un poco de néctar. El chico de vez en cuando murmuraba en dormido pero al final dejé a Annabeth haciendo aquello por si sola porque Quirón quería que yo asistiera a las clases de tiro con arco.

LEYENDO Cassidy Weasley y Los Elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora