Mi hermano y yo lo destruimos todo

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Buenas amigos mios les tengo una sorpresa al final del capítulo

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Esa noche creo que fue una de las peores en toda la estúpida misión. Sacamos comida, mantas y nos llevamos un poco del dinero de la tía Eme, y tras caminar un poco por el bosque para alejarnos de aquel espantoso lugar, que resultaba ser un maldito cementerio, nos detuvimos en un claro donde la gente de la zona parecía olvidar recoger sus deshechos.

Annabeth y yo sacamos las mantas para todos, y no nos atrevimos a encender una fogata para secar nuestra ropa. Ya habíamos tenido suficiente con las Furias y Medusa. Suficientes monstruos para un día. Percy se ofreció a hacer guardia durante el primer turno, Annabeth haría el siguiente,  y yo el último, así que nosotras nos quedamos dormidas (excepto Jade) rápidamente mientras escuchaba a Grover revolotear con las zapatillas de Luke hasta la rama de un árbol.

No presté más atención a mi entorno porque de algún modo me sentía ridículamente segura con Percy vigilando y velando por nuestro bienestar durante las primeras horas de la noche. Me sumergí en un mundo de sueños establecido en Hogwarts. Donde yo estaba hablando con Astoria y Pansy, estudiando con Theo; Draco y Blaise insistiéndome volar en escoba... y Draco jalándome del brazo para subirme a su propia escoba, justo detrás de él, a pesar de que lo golpeé para que no lo hiciera.

Draco se burla un poco de su amiga por eso.

Me desperté sobresaltada. En mi sueño un rayo había caído directo en la escoba de Draco y ambos habíamos caído directos al lago desde más de diez metros de altura. No pude evitar insultar a Zeus por dentro por querer asesinarme. Pero algo más había ocurrido en mi sueño, mientras caía al Lago Negro de Hogwarts, todo a mi alrededor desaparecía, el agua también, y en lugar de las profundas aguas había un pozo inmenso y muy oscuro del cual salía una profunda y escalofriante carcajada. Y yo odio los sitios oscuros.

-¿Estás bien? -me preguntó una voz.

Parpadeé un par de veces acostumbrándome a la suave claridad que comenzaba a inundar el cielo. Miré a Annabeth y asentí. Solo una pesadilla me levanté y fui junto a ella-. Puedes ir a dormir un rato si quieres, yo sigo... Percy no se despierta fácil -miré al chico que dormía con un hilo de baba cayendo por la comisura de sus labios.

-Ambos babean cuando duermen -Annabeth negó con la cabeza, burlona, y me continuó observando mientras me estiraba antes de sentarme junto a ella y apoyar mi espalda contra el tronco de un árbol.

-Yo no babeo.

-Como sea -rodó los ojos- ¿Dices que tuviste una pesadilla?

-Ajá -recorrí todo a mi alrededor con la mirada- ¿Y la cabra y ojos de demonio? -dije refiriéndome a Grover y Jade, que no se encontraban por ningún lado a nuestra vista.

Annabeth se encogió de hombros y de un manotazo apartó algunos de sus rizos dorados de su bronceado rostro- Han ido a explorar. Háblame de lo que soñaste.

-No es nada importante.

-Los sueños de los semidioses no son solo sueños, muchas veces vemos cosas que ocurrieron u ocurrirán -me explicó, y a regañadientes yo le expliqué mi pesadilla sin mucho detalle en el hecho de la presencia de mis amigos.

Harry no pudo evitar pensar que se parecía un poco a los deja vu.

-Quizá solo era Hades —intenté restarle importancia yo—. Al final, se supone que el rayo de Zeus lo ha robado él, ¿no?

LEYENDO Cassidy Weasley y Los Elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora