Nos visita Ares, El dios de la Guerra

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Tan tan!, llegaron los romanos.

Disfruten del capítulo estará algo largo.

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Los recién llegados miraban todo con confusión.

Jade es la que tuvo el valor de ir a explicarles la situación aunque tuvo que agacharse cuando la de capa morada casi la decapita.

Reyna: bien yo soy Reyna Ramirez-Arrellano, El es Jason Grace, Ella Hazel Levesque y ese de ahí es Frank Zhang, somos romanos y por lo que nos dicen formamos parte de la historia de —Busca con la mirada a la chica que le habían descrito, cuando ve a Cassidy la mira fijamente unos segundos antes de apartar la mirada— De ella.

Toman asiento mientras que Reyna miraba disimuladamente a Cassidy.

Me fascinaría decir que luego de esa caída tuve una increíble visión sobre que no debería temerle más a las alturas, al final Zeus no nos había lanzado un rayo mientras caíamos en picada hacia el río, pero sinceramente... solo pude gritar como una niña pequeña muy aterrada. Y el hecho de que mi querido tío Zeus no intentase asesinarme no hizo más que darme un nuevo temor.

Si él no nos lanzaba un rayo era porque, muy probablemente, creía que no sobreviviríamos.

Pero pronto sentí mi cuerpo colisionar contra una superficie extraña. Normalmente desde esa altura, un mortal muggle moriría, pero nosotros... solo nos hundimos hacia las profundidades.

Y, aunque debí soltar a Percy, ahora estaba luchando con el lodo para no morir ahogada allí mismo. Podía sentir a Percy removiéndose a mi lado y como poco a poco mis pulmones me exigían que abra la boca para tomar oxígeno.

Sacudí la cabeza entre las asquerosas aguas oscuras llena de basura y me obligué a abrir los ojos. No me había dolido el impacto contra el agua y poco a poco comenzaba a calmarme con respecto al lodo, ahora me inquietaba más la contaminación de aquel agua... ¿estar en tales aguas me provocaría alguna enfermedad que me mataría?

Percy me sacó de mis pensamientos en el momento que me tocó el hombro, volteé a verlo y asombrada distinguí cómo me enseñaba la llama de un encendedor muggle... que funcionaba perfectamente bien incluso en aquel lugar. Asombrada lo obligué a soltar el objeto que al instante comenzó a hundirse y se apagó. Ahora yo lo tomé rápidamente otra vez y lo encendí.

Increíble; pensé mientras observaba la llama, a Percy y luego mi propia ropa... Ambos estábamos completamente secos. Percy siguió tomando basura, un poco tembloroso pero claramente ya no tenía aquel aspecto enfermizo como cuando aquel monstruo serpiente lo había envenenado. Continuó secando y mojando, agarrando y soltando, un envoltorio de hamburguesa entre sus manos.

-Percy -dije yo ahora, sorprendiéndome a mí misma de poder hablar bajo el agua. Estoy... estamos respirando... — me llevé una mano al cuello y suspiré aliviada, ahora sabía que podía respirar bajo el agua.

Sería asombroso si no fuese porque aquel río era repugnante.

-Esto... gracias -dijo Percy repentinamente con la voz un poco más profunda, supongo que por efecto de estar bajo el agua nuestras voces se distorsionaban—. Gracias... padre.

Yo asentí con la cabeza en su dirección, asegurándole que estaba bien que le diera las gracias, especialmente luego de su falta de creencia, pero no puedo juzgarlo porque todo era un mundo nuevo para ambos así que yo también agradecí a nuestro padre, tanto en voz alta como en mi mente, en eso me acuerdo de Jade.

La busco por todos lados, la veo a unos metros nadando estaba aguantando la respiración, rápidamente Percy va con ella haciendo una burbuja alrededor de ella para que respiré.

LEYENDO Cassidy Weasley y Los Elegidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora