LEYENDO Cassidy Weasley y Los Elegidos.

Tengo la peor mala suerte del mundo.

Narradora:

Percy: oye jade--dijo yendo a donde su amiga que lo mira curiosa-- puedes darme un resumen de lo que llevaban.

la chica le explica y este mira enojado  a los pelirrojos que tragan grueso.

La maestra de adivinación le dio una carta a Jade y esta al leerla sonrie.

continúan la lectura, en esta ocasión Clarisse  se ofreció para leer.

El resto de viaje en tren continuo en tranquilidad, entre charlas dispersas y variadas sobre asuntos mágicos y sobre las clases. Draco aseguraba qué este año entraría al equipo de Quidditch de Slythering, y cuando me preguntaron si me gustaría entrar a mi también el el año siguiente, yo deje extremadamente claro que la altura no era lo mío.

Pronto supe que el chico moreno se llamaba Blaise y el que se sentaba junto a el, mucho mas callado y enfrascado en la lectura de su libro, era Theodore. Los otros dos, que parecían mas gorilas que niños, eran Creabbe y Goyle. por otro lado Pansy y Daphne murmuraban sobre algún suceso reciente de interés.

Astoria seguía hablándome animada, intentado que yo me quedara con la garganta tan malditamente seca que luego no podría hablar por una semana.

El compartimiento estaba repleto, tanto como mi casa cuando Bill y Charlie venían a visitarnos en vacaciones. Pero a diferencia de esta, con los Slytherin me estaba sintiendo cómoda. Todos era amables, y  tras  Draco murmurar un hechizo para silenciar el compartimiento y cerrar la cortina a que daba al pasillo para que nadie molestara empezaron a bromear  hablar tranquilamente y abiertamente. Eran escandalosos pero no al nivel de ser irritantes. Quizá, pensé yo cuando Draco estaba dirigiendo una conversación hacia a mi intentado descubrir sobre quien era, pensaban que yo también seria Slythering.

Y aunque por mucho me opuse aquella casa, Ahora que los conocía a todos  ellos no parecía tan mala. Sin embargo todo mi familia había sido Gryffindor así que muy en el fondo sabia que seguramente también terminaría ahí, Sinno termino en Gryffindor supongo que Ravenclaw no estaría  tan mal, Pero considerando que no se leer bueno, Si quiza jamas podria tener esperanza de entrar ahí. Los tejones me agradaban, también, y aunque yo era leal hasta con las personas que cualquier otro no lo sería, no sabía si yo encajaba en aquella casa. Y el pánico comenzaba a apoderarse de mí.

Ya déjala, Draco --medió sonrió, medio regañó, Pansy al chico--. Creo que si sigues preguntándole la pobre va a desmayarse

-Mejor vamos a cambiarnos--Daphne miró por la ventana,--Creo que ya vamos a llegar --nos señaló el paisaje las ciudades habian pasado a ser valles en su momento, pero ahora eran densos bosques y altas colinas.

El sol había empezado a bajar y el cielo ya comenzaba a oscurecer. Segui a las tres chicas hacia el baño luego de tomar nuestras túnicas, mientras los chicos se cambiaban en el compartimiento, y me dejaron entrar a cambiarme primero. Una vez que tuve la túnica bien acomodada sali del baño dejando entrar a Astoria y Daphne, ambas querían hacerlo rápido así que, siendo hermanas, no tuvieron problemas en entrar juntas.

Nos habiamos distraido demasiado tiempo y el tren llegaría a la escuela en menos de cinco minutos. Me paré junto a Pansy esperando, la chica me miró y sonrio de lado. Era algo reservada y, aunque dije que estos Slytherin no eran tan prejuiciosos, ella claramente tenia algunos prejuicios o problemas con los nacidos de muggles. Sangre sucia era un insulto bastante feo, y aunque yo no dijera nada en ese momento para no meterme en problema con chicos mayores, no me había gustado, fuese. quien fuera la tal Granger.

Cuando las hermanas salieron, Pansy se adentró rápidamente al baño y nos imito, una vez listas nos dirigimos donde los chicos, mientras el tren poco iba perdiendo velocidad. Todos ellos también ya estaban cambiados, y Theo cargaba tres libros en sus brazos, uno de los cuales lo habia marcado en una página con su varita. Me pregunté que sería tan interesante como para no despegar los ojos y la nariz de entre las páginas durante toda la tarde pero, por mi propia experiencia con Percy sabía que no deberia preguntar sobre un libro si no quería que me hablaran de él durante horas y horas seguidas.