CAPÍTULO 1

2K 125 5
                                    

*****

-Que tengas una buena noche en el trabajo hijo- las manos un poco arrugadas de aquella mujer recorrieron el rostro de aquel guapo joven.

-Gracias mamá, nos vemos en la mañana - dijo para después salir por aquella puerta color marrón.

Song Mingi era un joven de 20 años, estudiante universitario en la facultad de artes y Bartender en el bar de uno de los hoteles de la cadena más importante de todo Seúl, logró conseguir ese empleo gracias a su amada novia, Park Hayoon, una simpática joven que conoció en su recorrido por la universidad en su primer día de clases.

Caminó hasta la parada de autobuses, espero aproximadamente por 10 minutos a que este último llegara, era el último autobús que pasaba, gracias al tipo de trabajo que tenía, Mingi estaba acostumbrado a tomar el último autobús por la noche y el primero por las mañanas, incluso ya conocía a muchos de los choferes que trabajaban en esos turnos.

-Buenas noches, Mingi - saludó aquel señor canoso que conducía el autobús- ¿Qué tal estas hoy?

-Buenas noches, estoy bien gracias, aquí tiene - coloco unas monedas en la palma de aquel hombre-

La mirada de Mingi se clavó en la ventana, la noche era fría, las luces de los faroles de la calle se reflejaban en las ventanas de aquel autobús en el que solo iba él y el conductor.

Pasaron no más de 15 minutos hasta llegar a la siguiente parada de autobús que lo dejaba en su destino. Se despidió de aquel conductor y bajó, camino hacia la parte trasera de aquel prestigiado hotel, se dirigió a la puerta de empleados, se registró y caminó hasta los lockers para comenzar su turno.

Mientras cambiaba su andrajoso chandal por un sofisticado uniforme, veía como todos sus compañeros estaban exaltados y se veían demasiado nerviosos, muchos se secreteaban y decían cosas en voz muy baja.

-Hey. San, ¿Qué está pasando aquí? Porque todos se ven tan preocupados y alarmados - se acercó a su compañero, un joven de apariencia atractiva, con ojos negros y una sonrisa seductora.

- ¿No lo sabes? El hijo del dueño vendrá hoy, muchos dicen que solo vendrá a reunirse con unas personas para hablar sobre negocios, pero todos creemos que su padre lo envío para supervisar el bar - Lo dijo en un tono que no se podía distinguir si era emoción o preocupación.

-Ni siquiera sabía que el dueño tenía un hijo - su actitud despreocupada era una característica muy notoria del temperamento de Mingi- De igual forma, no creo que nos ocurra nada malo si trabajamos como siempre lo hemos hecho.

El joven de sonrisa seductora abrió los ojos como platillos y le apretó el hombro antes de hablar -No sabes lo que estás diciendo, Kim Hongjoong es un maldito demonio, si algo no le gusta va directamente con sus guardaespaldas y hace que te golpeen hasta que este satisfecho - el tono que uso aquel joven estaba invadido por el temor y preocupación.

-¿Cómo es que sabes eso? Acaso te han golpeado o solo te estas dejando llevar por los rumores de la gente.

- Como sea, no quiero perder mi trabajo ni mi precioso rostro, será mejor que nos comportemos está noche.

La noche iba como de costumbre, un montón de gente elegante que llegaba a aquel hotel y decidían tomar unos cuantos tragos, por lo general, estaba repleto de empresarios que se reunían con sus colegas para poder pasar un rato agradable, al final, el bar de este hotel en específico era muy famoso por el gran servicio que tenía y lo lujoso que era debido a esto no era extraño que el hijo del mismísimo dueño de esta gran cadena hotelera, decidiera atender sus asuntos en este Bar en específico.

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora