Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AU

CAPÍTULO 19🔞

Los besos siguieron por unos cuantos minutos más, la testosterona que ambos chicos emanaba era impresionante. Ambos estaban llegando al punto máximo de excitación. Las manos de Mingi hacía tiempo que estaban posadas en las caderas de Hongjoong que se comenzaban a mover involuntariamente sobre la entrepierna de aquel joven de piel blanca y mejillas completamente enrojecidas.

Esas manos comenzaron a bajar directamente a los glúteos de Hongjoong, estrujándolos fuertemente y acariciándolos como le dio la gana, ante esa acción, Hongjoong mordió el labio inferior de Mingi para finalmente separarse de ese beso apasionado

-Vamos a la habitación. - Hongjoong intentó bajarse del regazo de Mingi, pero este lo detuvo, apretando aún más los glúteos de este, acercándolo más a su cuerpo, sonriéndole de una forma tan lasciva que causo unos cuantos escalofríos en Hongjoong.

Nuevamente las manos de Mingi se movieron, esta vez se dirigieron al frente del pantalón de aquel hombre, desabotono aquel pantalón, dejando a la vista aquellos boxers color gris que ajustaban y moldeaban perfectamente aquella erección. Sin hacer ningún movimiento más, Mingi miró directamente a los ojos a Hongjoong, quien se encontraba completamente rojo de las mejillas hasta el cuello, sus ojos desprendían lujuria, su respiración estaba completamente agitada. Aquella vista provoco que la erección sobre la que Hongjoong estaba sentado, creciera, sintiéndose a través de ambos pantalones - ¿Qué estás esperando? - Hongjoong mordió levemente su labio inferior, sentía como todo el calor de su cuerpo se concentraba en aquella erección y necesitaba liberarla.

-Pídelo...-susurró, acercando su rostro al del contrario, a un paso de volver a besarse- pídeme que te folle... - esta vez lamio los labios de Hongjoong, provocándole escalofríos en la espina dorsal.

Hongjoong sabia que aquel joven era completamente frenético en cuanto a la hora del sexo se trataba, pero, se sorprendía cada vez más con lo perverso que llegaba a ser - No diré eso, idiota...- La vergüenza se apodero del rostro de Hongjoong, volviéndolo completamente rojo, bajándose por fin de las piernas de Mingi quien solo soltó una risa burlona y se levantó de aquel sofá- ¿A dónde vas?

-Me voy, dormiré en la habitación de invitados ¿cierto? - la actitud arrogante que Mingi había tomado lo hacía lucir como otra persona, una persona aún más dominante y eso por alguna razón le encantaba a HongJoong.

-Ven aquí...- susurró, sentado en aquel sofá, mirando a su entrepierna completamente erecta. Trago su saliva y un poco de su orgullo y se atrevió a decir aquello- ven aquí y follame...- susurró de una forma tan provocativa que hizo que un calor descomunal recorriera la espina dorsal de Mingi, quien, sin pensarlo mas de una vez, volvió casi corriendo a aquel sofá.

Empujo con fuerza a Hongjoong, obligándolo a quedar completamente acostado en aquel sofá, colocándose entre sus piernas y sosteniéndolo por los hombros, acercó su rostro y sus labios al de abajo, provocándolo, pasando la punta de su lengua por los rosados labios de Hongjoong, tentándolo a comerle la boca. La erección de aquel Hombre perverso comenzaba a endurecerse aún más, provocándole un leve dolor y punzadas en la punta de su miembro -Quítalo...-susurró cerca de los labios de Mingi.

- ¿Qué cosa? - Mingi sabia perfectamente a que se refería Hongjoong, pero le encantaba verlo de ese modo, suplicando y rendido completamente ante él.

- Por favor...quítalo - Aquel Bóxer apretado comenzaba a incomodar, una que otra mancha húmeda comenzaba a notarse en aquella prenda pues el líquido preseminal comenzaba a Salir del miembro erecto de Hongjoong quien ya no podía contenerse más- Mingi, quitame el maldito Bóxer.

El dedo índice de Mingi se poso sobre los labios de Hongjoong, indicándole que guardara silencio. Una sonrisa completamente perversa apareció en el angelical rostro de ese jovencito que tenía sometido a uno de los mas temibles hombres de la mafia. Volvió a acercar sus labios a los de Hongjoong, esta vez rozándolos suavemente y bajando levemente por su barbilla hasta llegar a su cuello, besándolo suavemente y dando pequeñas lamidas.