CAPÍTULO FINAL PARTE 1

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La brisa fría se había apoderado de la ciudad, Hongjoong seguía arrodillado, intentando ser persuadido por aquel hombre que estaba a su lado, perplejo por la orden que habla recibido: asesinar a Doyun.

-Dame el arma...- Hongjoong notó como Seung movió aquel revolver que estaba en el suelo- dámela...-susurró nuevamente aquel pálido hombre que mantenia unas ojeras enormes bajo los ojos y una expresión aterradora.

Incapaz de desobedecer, Seung le entrego aquel artefacto ligeramente pesado a su jefe quien enseguida, limpió el resto de lagrimas que permanecia en las cuencas de sus ojos rojizos y se puso de pie como pudo, sintiendo un ligero ardor en sus rodillas debido al impacto que tuvieron contra el suelo, una respiración profunda fue suficiente para que Hongjoong se decidiera a dar marcha atrás a aquella cafetería en donde Doyun se había quedado.

-Jefe, por favor, espere! - Seung camino apresurado tras ese delgado y debilitado cuerpo por la carga emocional- no se meta en problemas, ¡no ahora!

Aquel cuerpo se frenó en seco, sus manos temblaban, sobre todo aquella que sostenía el arma plateada, los sollozos se escucharon nuevamente, como si de un bebé desconsolado se tratase -Ya nada me importa...ya... ya nada importa - la voz ronca de Hongjoong comenzaba a entrecortarse nuevamente - solo quiero matar a ese hijo de puta...

Pese a las palabras que atravesaban los labios de Hongjoong eran estruendosas, logró conmover ligeramente a ese hombre inquebrantable, quien se acercó lentamente por detrás y tomo ese revolver, sosteniéndolo con fuerza -No es el momento, no aún... -susurró, sosteniendo con una mano esa arma de fuego y con la otra el hombro delgado de Hongjoong quien no paraba de llorar desconsolado- debemos resolver otros problemas y le prometo que yo mismo me encargare de hacer sufrir a Doyun.

La palabra "sufrir" resonó en la cabeza de Hongjoong, causándole satisfacción como si de una droga se tratase se sintió lleno de adrenalina, una sonrisa se dibujo en sus labios que estaban temblorosos por el llanto, sus mejillas rojas y llenas de marcas de esas lagrimas que las habían recorrido y esos ojos completamente llenos de venas rojizas lo hacían ver como un demente, pero en ese momento no le interesaba en lo absoluto su apariencia fisica, solo quería ver sufrir a las personas que provocaron que aquel niño que amaba se alejara y temiera de él.

-Vamos...- Seung seguía sosteniendo con fuerza ese hombro delgado, dirigiendo aquel cuerpo hasta el auto en donde Kwan esperaba en el puesto del conductor, mirando toda esa escena conmovedora.

Una seña con la mano de Seung le indico a su compañero que abriera de inmediato las puertas traseras de ese automóvil, lo cual enseguida hizo, haciendo que Hongjoong entrara y como si le hubieran robado toda emoción se sentó en la parte trasera, serio, con la mirada perdida, pero con un ligero rastro de sonrisa malévola en los labios.

-A la casa del señor Kim ...- Seung hablo en voz baja, mirando de reojo a ese joven pálido con mirada perdida- rápido...

-Mn...- fue lo único que Kwan respondió para después poner el auto en marcha camino a aquella mansión que ambos conocían a la perfección.

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Los ojos nublados por las lagrimas de Mingi le impedian ver con claridad por donde caminaba, sus manos sostenían con fuerza las correas de su mochila y sus labios no paraban de sollozar. Aquel dolor en su pecho no cesaba y con cada paso que daba sentía como sus piernas tambaleaban y su cabeza se aturdia cada vez más.

El dolor y sentimiento era insoportable, quería gritar los mas alto que pudiera, quería maldecir y golpear lo que fuera, pero se contuvo, solo mordisqueaba sus labios y apretaba el agarre a aquellas correas que rodeaban sus hombros "te odio Hongjoong" se repetía una y otra vez, quería sentirse convencido de aquello, quería asegurarse de sentirse de ese modo hacia aquel que lo había enamorado perdidamente, pero le era imposible, el simple hecho de recordar aquel rostro serio pero encantador lo volvía loco y con ganas de llorar aun más fuerte. El nudo que se había formado en su garganta era molesto y por más que tragaba saliva este no se disolvía era como si un grito estuviese atascado en ese lugar.

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora