CAPÍTULO 34

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Tan solo 2 noches habían pasado desde el encuentro de aquellos jóvenes que se deseaban más que nunca, sus cuerpos se extrañaban y el frio cuerpo del mayor exigia el calor de ese jovencito que lo volvía loco, pero, aunque deseara correr a buscarlo, había decidido dejarlo en paz. pues le había quedado completamente claro que no sería algo sencillo perdonarlo y que debía darle su espacio para pensar claramente la situación.

De mismo modo, después de esa noche,  Hongjoong no supo más de  Doyun ni siquiera por  Kwan a quien le había sido estrictamente ordenado buscarlo y deshacerse de él pero como si la tierra se lo hubiese tragado, no había señal alguna de ese hombre pero lógicamente las cosas no podían quedarse así pues desde esa misma noche, Seojun estaba demasiado insistente con reunirse con el hijo de los Kim y eso era algo que para Hongjoong no cuadraba pues ese maniaco nunca preguntaba, solo aparecía si se le daba la gana.

-jefe, es Seojun de nuevo, insiste en querer verlo -  Seung quien se encontraba frente al escritorio de aquel sujeto que ni siquiera se tomaba la molestia de mirarlo a los ojos, le mostro el teléfono móvil que sostenía con su mano derecha.

- ¿Acaso no ves que estoy ocupado? Los importadores de japón están jodiendo todo el tiempo y ¿tu pretendes que hable con ese imbécil? ¿Acaso no puedes lidiar con él?

En las ultimas horas los importadores internacionales le habían causado problemas a los Kim pues desde hace varios días habían estado perdiendo una cantidad importante de fentanilo pues al parecer alguien había estado dando información del recorrido que estos seguían, perdiendo hombres y producto, algo que por supuesto causaba daños grandes en las ganancias de aquella familia importante.

La recriminación de  Hongjoong hacia  Seung lo hizo sentir molesto, pues no era su culpa que aquel hombre lo estuviera buscando descontroladamente, él solo hacía su trabajo, suspiró y con una expresión seria habló - lo siento, me retiro -  Seung se inclinó ligeramente y salió de aquella oficina, suspirando de molestia y mordiendo sus mejillas por dentro para evitar responder algo que no quería.

Últimamente se sentía molesto, se irritaba con facilidad y no podía entender el por qué, se sentía cansado y estresado, el trabajo era demasiado y sumándole el tener que cuidar a un hombre caprichoso como Hongjoong ya lo tenía al límite, sin contar la relación con su compañero, la cual en estos momentos era prácticamente nula, pues desde la ruptura de su relación amorosa, no podían mantener una conversación sin terminar discutiendo por cualquier cosa.

- ¿Te mando a la mierda? -  Kwan habló serio, con las manos en su espalda y mirando a un punto fijo en la puerta de aquel apartamento.

-¿Tú que crees?, realmente no tengo por que tolerar su actitud de mierda - Seung se puso a un lado de aquel guarda espaldas, tomando la misma posición- simplemente deberíamos dejar que ese lunático venga y le robe todo el maldito negocio que ganó gracias a su padre, de igual forma ni siquiera le interesa.

- Claro y después podríamos ir con su padre y decirle que dejamos que un imbecil le robara todo por lo que trabajo a su hijo, tal vez nos dé un ascenso. - la ironía que  Kwan aplicaba siempre en su tono de voz era de las cosas que Seung odiaba más que nada en el mundo.

- Tampoco te soporto - Seung susurró sin mirar al de su lado, pero sintió como este lo miro molesto.

- ¿Podrías dejar de actuar como un niño caprichoso y superarlo? -No hubo ninguna respuesta, solo silencio incomodo y la respiración profunda de ambos.

Los minutos comenzaron a pasar, las manecillas de aquel reloj plateado sobre la mano de Kwan se escuchaban ligeramente, haciendo más tedioso el momento, la tensión de esos dos se podía sentir a kilómetros, ambos estaban con una actitud defensiva ante el otro, listos para comenzar a pelear, pero  Seung estaba cansado de eso, así que decidió simplemente mantenerse en silencio a la espera de alguna nueva orden por parte de su jefe quien no dejaba de gritar maldiciones al teléfono, sus gritos eran tan fuertes que se escuchaban hasta la puerta principal en donde esos dos se encontraban parados. Como si lo hubieran invocado,  Hongjoong salió de su oficina y se dirigió a ambos, se veía estresado, unas ojeras rojas adornaban su agraciado rostro, su cara se veía pálida y su camisa estaba desfajada algo que era poco común en ese hombre quien siempre mantenía su buen aspecto..

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora