CAPÍTULO 31

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La noche seguía y esa reunión comenzaba a extenderse, la charla se escuchaba por todo el lugar, las voces y las risas resonaban en los oídos de  Mingi quien no podía despejar su mente ni despegar su vista de  Hongjoong quien después de aquellos coqueteos había comenzado a ignorarlo pues parecía estar lo suficiente concentrado con aquellas personas como para darse el tiempo de voltear a mirar a ese jovencito que estaba perdido en su rostro.

-Mingi, lleva estos aperitivos - Park dejó una charola plateada con diferentes quesos y algunas carnes frías- pregunta que botella de vino prefieren.

Mingi asintió un poco desconcertado e hizo lo que le pidieron, nervioso pues tendría que acercarse de nuevo a  Hongjoong quien en cuanto sintió su cercanía volvió a mirarlo con una sonrisa coqueta en el rostro, viéndolo fijamente, provocando que el corazón de Mingi se acelerara, sintiendo como sus piernas nuevamente comenzaban a temblar.

-Buen provecho-aquellas manos pálidas dejaron esa charola en la mesa central, llamando la atención de todos- ¿Algún vino en especifico que quisieran beber? - la espalda de  Mingi se sentía completamente asechada por la penetrante mirada de  Hongjoong quien enseguida habló por encima de todos

-Sorpréndenos - ni siquiera era necesario mirar el rostro de aquel dueño de esa ronca voz para saber que sostenía una sonrisa perversa-

Mingi respondió con un leve "por supuesto" y sin mirar a Hongjoong salió casi corriendo a esa barra, tomando aire pues sentía que en cualquier momento comenzaría a colapsar.

- ¿puedes dejar de ser un pervertido? -la voz gruesa de aquel hombre hizo que  Hongjoong borrara aquella sonrisa de su rostro- estamos en una reunión importante y no haces más que coquetear con ese tipo -el señor Kim había notado como su malévolo hijo no dejaba de sonreír cada vez que aquel empleado se acercaba

- No te metas en mis asuntos -Hongjoong puso un momento los ojos en blanco y dirigió su mirada hacia la barra en busca de ese chico nervioso.

- Realmente no entiendo como es que pueden gustarte los hombres.

- ¿En serio quieres saber por qué? por qué te juro que es una maravilla. - una sonrisa burlona apareció nuevamente en el rostro del más joven quien había tomado un cubo de queso y se lo llevó a la boca.

- Eres realmente asqueroso. - una ligera sonrisa dibujo el rostro de su padre quien después siguió charlando con aquellos coreanos sobre sus negocios.

No pasaron más de 5 minutos cuando 3 botellas de vino fue Llevada hasta aquellos hombres quienes ni siquiera notaban la presencia de aquel jovencito quien les había servido durante la noche.

-Realmente espero que esto funcione, Kim. - uno de ellos habló mientras  Mingi vertía aquel liquido rojizo en su copa- rechazamos la oferta de los Jung por ti - aquel nombre instintivamente hizo que  Mingi sintiera escalofríos y la curiosidad por escuchar más- nuestro mercado es exigente.

-Lo sé, realmente no te arrepentirás, haremos crecer nuestro imperio. - aquel hombre sonrío mientras esperaba a que le sirvieran de igual forma de aquel vino escoces que solo se utilizaba en esta clase de ocasiones- jovencito, puedes apresurarte? - la actitud prepotente con la que hablaba ese sujeto le provocaban nervios a Mingi.

Mingi termino de servir aquel vino a todos los comensales a excepción de Hongjoong quien lo dejó hasta el final. En cuanto se acercó a él, nuevamente esa mirada intimidante, esa sonrisa perversa, sentía como los vellos de su nuca se erizaban y sentía unas ganas descomunales de treparse encima de él y besarlo pues aquel traje que vestía, el porte que tenía y el ambiente en el ambiente "peligroso" en el que se encontraban lo hacían sentir adrenalina.

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora