CAPÍTULO 13

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Era una noche normal en el trabajo de Mingi, clientes por todos lados, preparar tragos distintos y lidiar con gente presunciosa, lo único distinto es que era vigilado desde una esquina de aquel bar por Seung, quien no despegaba ni un segundo la mirada de aquel joven de camisa blanca.

-Sabes...desde que llegaste ese tipo no te ha quitado la mirada de encima, hasta yo me siento incomodo - San se le acerco a su amigo mientras mezclaba un trago- ¿deberíamos decirle algo?

-No te preocupes, lo conozco -respondió desganado.

Era verdad que Mingi era una persona responsable y no se permitiría ausentarse en su empleo pero, esa noche en especial se sentía devastado, después de ver aquella publicación hecha por una persona con la que creía que tenia una buena relación pese a que era lógico que Hayoon estaba molesta se sentía completamente humillado y aunque se negó a contárselo a Seung quien obvio notó el repentino cambio de actitud en su nuevo amigo, Mingi sentía un nudo en la garganta y ganas inmensas de salir corriendo, que un agujero lo tragarla.

- ¿Te sientes bien? Estas mas serio que de costumbre - San miro confundido a su compañero quien seguía mirando hacia la barra, limpiándola.

-Todo bien, enseguida vuelvo ... - Mingi tomó un envase de cerveza y se dirigió hasta la mesa en donde estaba Seung mirándolo.

Colocó aquella botella de vidrio en la mesita frente al guardaespaldas y lo miró molesto -Sabes... no es necesario que estés todo el tiempo aquí mirándome de esa forma, puedes irte y descansar no entiendo por qué sigues aquí cuidándome, estoy trabajando.

-Son ordenes de Hongjoong - tomó aquella bebida y se la llevo a los labios, dio un sorbo antes de seguir hablando- Recibí una llamada de Kwan , el jefe me prohibió alejarme de ti -Volvió a darle un sorbo al amargo liquido y sonrío- debes gustarle demasiado a ese maldito sádico.

Estas palabras sonrojaron a Mingi, quien solo soltó un suspiro y respondió con un "da igual" y regresó a su puesto de trabajo, sintiendo aun la mirada matadora de Seung, pero sabía que no podía hacer nada al respecto. Seung no desobedecería a su jefe y por supuesto Mingi no era nadie para darle nuevas órdenes a ese enorme sujeto.

Otra de las cosas que no salían de la mente del joven bartender, era quien podría haberle tomado esas fotos, era lógico que Hayoon no se rebajaría a seguirlo, pero, quien sería lo suficientemente un perro como para seguirlo solo para ver a Hayoon feliz y satisfecha. Por una parte, Mingi no estaba preocupado por lo que la gente diría sobre él, pues al final, era su vida y tenía derecho a salir con quien quisiera, pero, aunque fuera una posibilidad mínima, se sentía asustado por Hongjoong y Seung, que pasaría si Hongjoong llegaba a enterarse de esas fotografias y malinterpretara todo el contexto, que pasaría si creyera que él y Seung estaban coqueteando. En su mente resonaban aquellas palabras "no me gusta compartir lo que es mío" y si a eso se le sumaban todos esos rumores que había escuchado sobre Hongjoong de ser una persona completamente explosiva y agresiva, se sentía un poco preocupado por Seung quien, aunque llevara muy poco de conocer ya sentía que eran amigos.

La noche pasó y entró la madrugada, cambiando de turno, Mingi se despidió de sus compañeros y salió por la parte trasera de aquel Hotel, encontrándose por supuesto con Seung quien ya lo esperaba frente al auto con un vaso de café en cada mano.

-Fui a comprarte un café, no sé cual te gusta así que compre un capuchino - le entregó aquel vaso de cartón- en el auto hay un panque de chocolate.

Aquella acción hizo que Mingi sonriera, realmente se sentía sorprendido en como un sujeto tan aterrador como lo era Seung podía ser tan amale a la vez, su aspecto causaba miedo y su altura imponía demasiado, pero era como un tierno oso cuando lograbas conocerlo.

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora