CAPÍTULO 25

537 55 3
                                    

Después de más 1de un encuentro sexual en ese cubículo de baño de aquel bar, Hongjoong y  Mingi salieron a la pista de baile, rodeándose de nuevo por un mar de gente eufórica que bailaba, bebía y hacia desfiguros. Habían pasado aproximadamente 2 horas desde que el efecto de esas pastillas había explotado en sus cuerpos, aun se sentían eufóricos y con demasiada energía, sus cuerpos estaban llegando a temperaturas extraordinarias que ya comenzaban a perder el conocimiento de sí mismos.

Sus cabezas comenzaban a doler y daban vueltas, sentían la vibración de la música en sus tímpanos y su vista comenzaba a distorsionarse. A comparación de  Hongjoong,  Mingi comenzaba a entrar en un estado de pánico pues era la primera vez que se sentía de ese modo y no sabia como lidiar con toda esa energía que se le estaba acumulando. Su corazón latía frenético, su respiración se agitaba cada vez más y podía sentir la música penetrar hasta lo más profundo de su cabeza, apretaba de manera fuerte la muñeca de  Hongjoong mientras cerraba fuertemente los ojos intentando calmar la potente vibración que sentía en su cabeza por los sintetizadores de música, comenzó a sentir miedo, apretando aun más la muñeca de su acompañante se comenzó a agachar, hasta que por fin llego al suelo, tapándose los oídos para evitar el paso del ruido tormentoso en el que se había vuelto esa música.  Hongjoong entró en conciencia por un momento y miró como  Mingi seguía en el suelo intentando cubrir aún más sus oídos, se puso a su altura y lo miro más de cerca, noto como sus labios comenzaban a ponerse morados y su sudoración había aumentado, tocó su frente y su temperatura estaba peligrosamente elevada, si seguía así podría tener un ataque epiléptico. Intentando estabilizar su mente que seguía distorsionada por los efectos de éxtasis levantó al chico delgado del suelo, pasando aquel brazo largo y delgado por sus hombros y caminando entre toda esa gente que ni se inmutaba, simplemente seguían en lo suyo pues en esa clase de lugares era demasiado común ver ese tipo de sucesos.

Hongjoong caminó un poco más, intentando encontrar a sus guardaespaldas, pero su visión comenzaba a fallar de nuevo, su mente empezaba a distorsionar los espacios por los que caminaba, su fuerza fallaba y sus piernas tambaleaban de vez en cuando, camino un poco más hasta que por fin pudo reconocer la espalda de Seung, dio unos cuantos pasos y cuando por fin logró llegar junto a él soltó a  Mingi quien como si de un bulto se tratase cayó directamente al suelo.

- ¡Hongjoong! -  Kwan enseguida sostuvo del brazo a  Hongjoong quien se había comenzado a reír por la caída de Mingi, su temperatura también había comenzado a subir y su sudoración aumentaba cada vez más.

Sin necesidad de adivinar, ambos sabían que esos dos estaban bajo los efectos de alguna droga,  Kwan comenzó a buscar entre la ropa de  Hongjoong quien si estuviera sobrio ya hubiera maldecido a quien fuera que se atreviera a tocarlo de ese modo sin su permiso, pero no era el caso, solo se reía y miraba al techo pues su mente había comenzado a desfigurar por completo el lugar. Después de buscar un poco más entre los bolsillos encontró esa pequeña bolsa plástica que aun contenía una píldora de color anaranjado con una carita feliz dibujada, un suspiro salió de sus labios y se enderezo, mostrándole la bolsa a Seung quien ya sostenía a  Mingi quien hablaba cosas sin sentido

-Es como si estuviéramos cuidando de dos adolescentes. - dijo  Seung intentando reprimir una risa burlona al ver el estado de Hongjoong y aunque en el pasado cuando efectivamente Hongjoong era un adolescente habían pasado por situaciones similares nunca les había causado tanta gracia y ternura como en esta ocasión, verlo actuando tan tonto y a la vez cuidando de su niño que estaba a punto de quedar inconsciente era una escena totalmente nueva para ellos.

Ambos guardaespaldas tomaron a esos dos hombres delgados y cubriéndolos del rostro con sus mismas chaquetas salieron por la puerta trasera de aquel lugar que había sido testigo de los desfiguros de  Hongjoong y  Mingi. Subieron a esos dos a la parte trasera del auto y en cuanto estuvieron listos, arrancaron y se fueron dirección al hogar de Hongjoong quien ya había caído completamente rendido.

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora