CAPÍTULO 27

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Aquella chica continuaba llorando en el hombro de  Mingi mientras este aun la sostenía, pegándola cada vez mas a su cuerpo, intentando traspasarle algo de calor y consuelo. Las grandes y cálidas manos de  Mingi comenzaron a recorrer la espalda y cabellera de  Hayoon, los susurros de consuelo se podían escuchar tan cerca del oído de Hayoon que le provocaban escalofríos y unas ganas inmensas de no soltar nunca a aquel joven que la sostenía como si de un tesoro se tratase, aquella amabilidad podría enamorar a cualquiera que estuviera cerca de ese joven.

-Entremos, está haciendo algo de frío - aquel ultimo susurro hizo que la chica de cabellera corta se alejara un poco del hombro de Mingi, dejando ver su rostro completamente mojado por las lágrimas-

Ambos entraron en aquella casa, dirigiéndose enseguida a la sala de estar, todas las luces estaban apagadas, la única iluminación provenía del exterior, aquellos faros de luz de la calle reflejaban un poco gracias a la ventana que se encontraba en esa sala principal

- ¿Qué paso, Hayoon? - Mingi ayudo a la mencionada a sentarse en aquellos sofás blancos mientras le sostenía delicadamente de la mano, sin intención de soltarla-¿Quién te lastimo? - al mencionar esta ultima pregunta, la mano de Mingi se apretó un poco, la molestia que sentía la pensar que alguien era lo suficientemente cobarde como para lastimar a una mujer le recorría el cuerpo.

- Seojun - fue suficiente con mencionar aquel nombre para que el llanto invadiera nuevamente aquel lugar, el simple hecho de escuchar ese nombre provoco aun más rabia en  Mingi quien se limito a tensar su mandíbula y volver a abrazar ese delicado cuerpo que se estremecía gracias a los sollozos- él...él quería que tuviéramos sexo - los sollozos desconsolados se interponían con la voz de  Hayoon quien hacia lo posible por seguir hablando. - yo... yo no quería y él se molesto demasiado.

- ¿te tocó? -  Mingi hizo que el rostro de aquella chica que ya se encontraba en su pecho, lo mirara cara a cara- ¿ Hayoon, ese desgraciado te tocó? -  Mingi sostenía delicadamente el rostro de  Hayoon mientras le limpiaba con los pulgares aquellas lagrimas que recorrían sus rosadas mejillas.

Las cortinas de aquella casa estaban abiertas, dejando a la vista aquella avenida que era iluminada por aquellos faroles de luz blanca, había comenzado a llover y las gotas resonaban en el pavimento, el llanto de Hayoon era opacado por el fuerte ruido del viento exterior.  Mingi seguía mirando los ojos cristalinos de su ex novia, con un sentimiento de tristeza en su corazón volvió a abrazarla, haciendo que esta se acurrucara en su cuello, sintiendo como sus lágrimas humedecían su blanco cuello.

-Solo me empujaba a mi habitación - después de unos cuantos minutos  Hayoon logró calmarse, comenzando a hablar, intentando que los sollozos repentinos no la interrumpieran- se enfadaba cada vez más - el abrazo se hizo más fuerte,  Mingi quería hacerle sentir a aquella chica indefensa que todo estaba bien, que ya no corría de ningún peligro, que ahora él la protegería como en los viejos tiempos- me golpeo en partes que sabia que no me dejaría marcas - al escuchar esto ultimo los brazos de  Mingi parecían querer fusionarse con el delicado cuerpo de  Hayoon, apretándola y acariciándole la espalda en forma de consuelo.

- perdóname por no poder protegerte antes - susurró, sintiendo un pequeño nudo en el estómago, sintiéndose ilógicamente culpable por lo que aquella chica había pasado - yo me encargare de él, haré que pague las consecuencias.

-¡No! No quiero que te haga daño -  Hayoon se alejo un poco de aquel cuerpo con un fuerte aroma a loción y miro a los ojos a  Mingi, quien desde hace un rato los tenía rojos y con ligeras lagrimas

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora