CAPÍTULO 35

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Tres días completos fueron suficientes para que Hongjoong perdiera por completo la cordura, la poca paciencia que tenía se esfumo, las ojeras en su rostro crecieron al igual que las tazas vacías en su escritorio, su labio inferior tenía pequeñas heridas de mordeduras por la ansiedad que sentía, sus manos y piernas temblaban por el alto contenido de cafeína en su sangre combinado con whisky, las cajetillas de tabaco estaban apiladas en aquel cesto de basura, el aroma a humo rodeaba toda la habitación. Tan solo tres días fueron suficiente para que el imperio de los Kim y su distribución en japón fuera hacía abajo, tres días bastaron para que la vida sentimental de Hongjoong, la cual a su parecer jamás tuvo suerte, terminara.

Las llamadas no dejaban de entrar, las maldiciones e insultos que salían de aquellos labios mallugados eran infinitas, las venas sobresalientes de aquellas cienes parecía que estaba por explotar, al igual que los nervios de ese hombre delgado que durante esos tres días no había abandonado su oficina en ese lujoso departamento. Al mismo tiempo intentaba averiguar quien era la persona que lo traicionaba y daba toda la información de su distribución, incluso había llegado a pensar que sus Guardaespaldas le estaban jugando una mala broma y se estaban vengando de su trato durante tantos años, pero esa idea fue fugaz pues pese a todo, esos dos hombres le tenían cierto cariño a su jefe.

-Hongjoong...- una voz cautelosa se escucho desde afuera de aquella habitación con olor a tabaco. Yin habló apenada, sabía que aquel joven cito inclaustrado en esa oficina se encontraba molesto y estresado -Adelante- fue lo único que se escuchó y haciendo caso inmediato, entro, viendo todo el desorden en ese lugar. El único sofá en esa habitación estaba repleto de papeles desordenados al igual que el escritorio junto a diversas tazas color negro, el humo de tabaco aún se podía divisar por la tenue luz del foco.

-Traje algo para comer - la señora Yin se acerco a ese tormentoso escritorio, intentando hacer un espacio para dejar esa charola que tenia un plato con un emparedado encima- necesitas alimentarte, llevas demasiado tiempo aquí y casi no has comido.

-No tengo hambre, llévate eso - la mirada de Hongjoong ni siquiera enfoco a aquella mujer, miraba atento hacia su ventana, viendo los edificios de junto-

-Hongjoong...-susurró aquella voz femenina- necesitas comer algo.

-Di una orden, vete de aquí - rara vez Hongjoong se atrevía a hablar de ese modo frente a la mujer que durante toda su vida lo había procurado y cuidado como a una madre - necesitas comer -Y rara vez ella obedecía los caprichos de ese joven cito. - pareces un maldito niño caprichoso, įsiéntate y come, yo limpiare este desastre!

Pese al estrés que se había acumulado en ese delgado cuerpo, la actitud de Yin había hecho sonreír a Hongjoong pues no era común verla molesta. Hizo caso y se sentó en aquella silla de cuero, suspirando y con la mente llena de cosas comenzó a comer, con la mirada perdida, viendo a un punto aleatorio en ese escritorio que estaba siendo ordenado por las arrugadas manos de esa amable mujer

-Lo extraño...- Hongjoong hablo mientras aun tenia algo de comida en la boca.

-Lo sé, cariño - aquella sonrisa empática apareció en el angelical rostro de la señora Yin, quien seguía acomodando esos papeles en el escritorio- pero...creo que esto es una lección para ambos, deben aprender a pensar antes de actuar, realmente parecen dos niños.

-Lo es...- de un momento a otro la atmosfera se intensifico aun más, haciendo sentir la energía más pesada que antes- fui un idiota....

-Creo que debes tener paciencia, dale su tiempo, estoy segura que volverá - una pila de documentos fue colocada ordenadamente a un lado de aquel monitor- o llámalo - el tono irónico que rara vez Yin utilizaba, salió de sus labios- y ve a tomar un baño y una siesta, te ves horrible - dos de los dedos de Yin pellizcaron las pálidas mejillas de Hongjoong para después seguir hablando- y después de eso, llámalo...

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora