CAPÍTULO 32 🔞

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Como si todo el mundo se le viniese encima, su corazón palpitaba al máximo, sus manos temblaban y por una extraña razón se sentía como un niño desprotegido frente a ese sujeto que solo le sonreía. Unos cuantos segundos transcurrieron para que Nam Doyun comenzara a acercarse, sintiendo la presión con cada paso, sintiendo como su corazón se agitaba de igual forma que el de  Hongjoong

- ¿Qué mierda haces aquí? -  Hongjoong tuvo un momento de lucides, mirando con desprecio a ese que ya había detenido su caminata.

- No nos hemos visto en tanto tiempo - Susurró, sosteniendo aquella sonrisa que irritaba de sobremanera a  Hongjoong quien aún sentía un ligero Shock de ver a ese hombre frente suyo, a ese hombre que creyó no ver jamás- realmente no tienes idea de cuanto te extrañe... y es así como me saludas.

Como si las palabras se hubieran esfumado,  Hongjoong se sentia inmovilizado, podía escuchar su propia respiración y lo acelerado que estaba su corazón, pero, intento relajarse, tragando saliva y dándose la suficiente fuerza para hablar - ¿Tienes el descaro de aparecer frente a mi? ¿en serio? ¿Cómo mierda lograste volver?

-Bebé ...- una de las manos de aquel hombre intento tocar el pálido rostro del joven que tenia al frente, pero este dio un paso hacía atrás, evitando el tacto. - yo solo quería volver a verte, por lo que veo, ya no eres el pequeño Hongjoong inocente de antes, realmente nunca creí que diría esto, pero, eres una copia exacta de tu padre, me encanta. - susurró de una forma coqueta, provocando irritación en Hongjoong quien solo soltó una risa irónica.

- Escúchame bien, es mejor que no vuelva a verte, es más, te quiero fuera del país antes de que amanezca o juro que yo mismo te mataré.

Pese a la amenaza de  Hongjoong, Nam Doyun solo sonrio aún más, como reacción a este gesto,  Hongjoong contuvo toda esa ola de sentimientos que le provocaba ver a ese hombre que había sido el responsable de su primer y única ruptura de corazón en su adolescencia, suspiro y sin decir más dio la vuelta nuevamente, apunto de abrir aquella puerta que minutos atrás estaba por abrir, siendo nuevamente interrumpido.

-Quiero recuperarte, Joongie - aquellas palabras hicieron que un escalofrío recorriera la espalda del mencionado- no me importa que estés saliendo con alguien más, estoy seguro que no es tan bueno como yo. - eso ultimo irritó al que sostenía la puerta metálica, mirando de reojo a aquel hombre de pie

-... es mucho mejor que tu. - éstas fueron las ultimas palabras que salieron de aquellos labios rosados de  Hongjoong para después entrar por esa puerta y quedarse prácticamente en shock, respirando de forma agitada e intentando borrar aquel rostro de su mente.

Aunque  Hongjoong se repetía una y otra vez que Nam Doyun era una de las personas que más odiaba su corazón no paraba de latir al mil por hora y no podía evitar sentir un cosquilleo extraño en su estómago, y el recordar aquellas palabras "quiero recuperarte" lo hacían sentir completamente nervioso.

Dio un último suspiro y comenzó a caminar nuevamente hasta donde estaban todos esos hombres y su padre esperándolo para poder cerrar ese contrato de exportación y aunque la noche siguió normal, como si nada hubiese pasado, la mente de  Hongjoong estaba completamente dispersa, pues no podía borrar de su mente la imagen de aquel hombre sonriéndole y llamándolo por aquel sobrenombre que tanto odiaba escuchar.

-Bien, fue un gusto poder cerrar este contrato con ustedes - la ronca voz del mayor de los Kim sacó de sus pensamientos al más joven, quien sin poder procesar ninguna idea para hablar solo sonrío ligeramente y se despidió de aquellos surcoreanos que poco a poco fueron saliendo del Lujoso lugar. - Que diablos ocurre contigo. - su padre susurró con una sonrisa falsa en el rostro, mirando y despidiendo a los hombres que aún permanecian dentro de ese lugar junto a sus damas de compañía- desapareces por un momento y vuelves como si hubieras visto un maldito fantasma, ni siquiera hablaste en el resto de la reunión, me dejaste como un imbécil. - pese a que su padre estaba susurrando, su tono era molesto y una pequeña vena en sus sienes se marcaba, si algo que no toleraba el Señor  era que su único hijo le dejara mala reputación frente a cualquiera.

Besos sabor Whisky ||| MINJOONG AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora