Los reyes de los Dragones y la Piedra Esmeralda

10. Habitaciones compartidas

Vittani Nikolai volvió sobre sus pasos con rapidez, llegando justo cuando una cara conocida cerraba la puerta de su habitación

Chester Skroll abandonaba la pequeña sala común con cautela, como si el ser descubierto fuera su sentencia de muerte

– ¿Qué está haciendo aquí? – Devika se había adelantado a la pregunta de Vittani, interceptando a su antiguo compañero de la infancia antes de que se fuera

– Tenía que hablar con Dakaria, Vik, nada importante – no se molestó en mirar a Vittani mientras salía por la puerta de manera incluso más silenciosa, cerrando con cuidado a sus espaldas

– Yo solo fui a darle algo para comer a Niflheim, se nota que odia la comida para dragones – sacó del gran bolsillo de su sudadera una gaseosa que extendió en dirección a Devika, que le sonrió agradecida – ¿Y las demás? –

– Durmiendo, nos vemos mañana linda – Devika bostezo, saludandola con la mano antes de regresar a su habitación

Vittani no vio más remedio que tirarse al sofá de la sala común, no estaba de humor para lavarse los dientes, mucho menos para ver a Dakaria

Solo esperaría a que se durmiera

Tú: ¿Sigues despierto?

Skroll:

¿Quién es?

Que chistoso, nadie más sabe que sigues despierto

Hola Vittani

Me alegra que Silvan no te matara

No le molesta, el problema habría sido mi padre

Parece que Silvan es más tu padre que el biológico

Vittani se sintió estúpida apenas envió el mensaje, ¿Qué carajos tenía ella que ver con eso? se sentía una entrometida

A veces desearía que lo fuera, no es como que a mi padre le importaría si de la nada decido que Silvan es mi padre y él no

Las personas así deberían ser castradas

Incluso desde lejos, pudo sentir como Sky le regalaba una sonrisa, supo enseguida que no sería una de esas sonrisas que había repartido todo el día, no sería la divertida sonrisa que tuvo cada segundo a la par de los gemelos y su pequeño grupo, tampoco la sonrisa cargada de verdadera felicidad cada que miraba a Slivan, pudo ver esa sonrisa triste, esa que las personas dan sin mirar al otro a los ojos, esas que ves cuando tienen la cabeza baja y fingen concentrarse en otra cosa para evitar decir más

Ey, no a la violencia

Mis pelotas

Entendido

Tengo que apagar la luz antes de que Milo se levante a castrarme, descansa Vittani

Claro, nos vemos mañana

Vittani golpeó una almohada cercana al sentir un cosquilleo en el estómago, relacionado su situación más a las náuseas que a cualquier cosa que se le ocurriera

Se tomó su tiempo para acomodar un poco la sala, lavarse los dientes, revisar la hora en su teléfono, atarse el cabello en una trenza, siete veces, pero por más que intentara retrasarlo, parecía que tendría que hablar con Dakaria de todos modos, porque la luz de su cuarto seguía encendida

Entró despacio a la habitación, sin encontrar a su compañera

Echó un rápido vistazo al armario, viendo que la puerta del baño estaba cerrada

Aprovechó para cambiarse la ropa y meterse bajo las sábanas, logrando fingir estar dormida antes de que Dakaria saliera

Escucho la puerta de del baño cerrarse, los pasos de Dakaria, como cerraba la puerta del armario y luego como apagaba la luz antes de salir de la habitación

Vittani observo el techo, lo único que iluminaba su lado de la habitación eran las estrellas que brillaban en la oscuridad que Devika le había regalado a todas, había llegado con un paquete masivo y dicho que todas tomarán las que quisieran, todas parecían haber preparado regalos para sus compañeras, eso las había unido al instante

Vittani fue la única que no las pegó en las paredes, decidida a llenar el techo de su cuarto como un cielo estrellado. Rosemary Evander, una jovencita de cabello rizado y mejillas rellenas, había puesto un pequeño parlante en el escritorio de Vittani y entre todas habían llenado su techo, saltando en la cama o parándose en las sillas de sus escritorios, mientras cantaban a los gritos antes de la cena

Observo la foto de su hermana en la mesa de noche, podía verla con una versión más pequeña de sí misma, ambas con los brazos llenos de pulseras, había pensado en ella mientras hacía unas para sus compañeras con el número de la habitación, deseando que estuviera con ella

Tomó su teléfono de la mesa de noche, no quería ver esa foto, en realidad no le gustaba

Se sentó en la cama, empujando el edredón morado con estampado de estrellas, para buscar alguna foto de su hermana, la que fuera

Antes de que su búsqueda tuviera éxito, la pantalla se iluminó con las fotos que había tomado durante el día, con los gemelos, con Devika, con sus compañeras. encontró una que Devika había tomado para enviarla, hacía que su estómago cosquilleara

Salían ella y Sky, sentados en la mesa durante la cena, se habían sentado uno junto al otro, y de la nada habían creado su propia burbuja, donde sus enormes ojos verdes se perdían en los del otro mientras decían tonterías y sonreían como idiotas. La foto había captado el momento justo en el que una vela se encendía en la pared detrás de ellos, y la sombra que creaba parecía formar un corazón

Se quedó mirando esa foto por un buen rato, sin prestarle atención a su idea original

Se pregunto que tan malo sería acercarse a Sky, quiso imaginar que no saldría tan mal, y el sueño la encontro, viendose a sí misma deseando que no saliera mal