– Olviden lo que dije, todo puede salir mal – murmuró Sky, viendo el desastre que su dragón estaba haciendo
Su padre había decidido aparecerse por el campo, buscando a Silvan con una expresión poco amigable, e ignoró completamente a su hijo, cosa que pareció sacar a Caníbal de sus casillas
Al principio simplemente había soltado un gruñido de molestia, pero Sky había intentado calmarlo y al parecer le había funcionado por un rato, hasta que Silvan llego con ellos, guió a Sky y Aramis con los demás e hizo lo que pareció molestar a su hermano, actuó como el padre de Sky.
Solo lo había animado a acercarse a los demás seguido de Caníbal, con una sonrisa y desordenando su pelo, pero había bastado para enojar a su padre, que interrumpió su interacción enviando a Sky con sus compañeros de mala forma y por supuesto, eso hizo que Caníbal se soltara
Era un dragón que medía más de noventa metros, obviamente las riendas con las que Sky lo guiaba no iban a detenerlo
Su padre sabía cómo manejar esa situación, al menos con dragones normales, y salió corriendo en dirección opuesta a los estudiantes
El problema era que estaban en el campo de agua, y la dirección opuesta a los estudiantes era el océano, y Leonard Skroll era todo menos un buen nadador
– Tal vez si intentas llamarlo – dijo Aramis
– Es peligroso, Sky, no sabemos si no puede atacarte también – los demás estudiantes habían corrido a los establos apenas la furia del terror negro se desato, pero Sky se había reusado a irse
– ¿Y si lo llamó de lejos? Los dragones no atacan a sus jinetes – "normalmente"
– Desde aquí, y voy a quedarme atrás, y por favor, evita hacer algo estúpido o tu madre vendra a masacrar la escuela – dijo Silvan, enviando a Aramis con los demás en los establos antes de dar varios pasos atrás
Sky se sintió patético en el momento en que su tío lo dejó solo, ¿Como demonios iba a tratar de enfrentar a Caníbal si lo atacaba a él también? ¿Qué planeaba decirle a su padre cuando le preguntara porque su dragón decidió atacarlo?
Supuso que no necesitaria pensar en eso si su padre se ahogaba por culpa de Caníbal, así que decidió enderezarse, tomar un profunda bocanada de aire y llamar a su dragón con todas las fuerzas que encontró
Caníbal, colérico por la simple existencia de aquel molesto hombre, se detuvo apenas la voz de su jinete resonó en sus oídos, y voló a toda prisa en su dirección
– ¡Sky! – las escamas alrededor de la cabeza de Caníbal estaban erizadas como una corona hecha de espinas, sus enormes ojos verdes se habían oscurecido y su postura daba a entender una sola cosa, estaba esperando para matar. Silvan trato de acercarse a su sobrino, intentando alejarlo de la intimidante bestia, pero Sky simplemente levantó su mano en dirección al dragón, enseñándole un puñado de cubos de azúcar
Como si de magia se tratara, Sky logró calmar al dragón con esa simple acción. Sus espinas se contrajeron, sus ojos recuperaron su color normal y de nuevo era simplemente un dragón juguetón y grande
Sky acarició al dragón con delicadeza
– Se que papá es muy molesto, a mi también me molesta mucho a veces, pero no puedes atacarlo, eso solo nos va a traer más problemas – susurro mientras su padre se acercaba
– ¿Estás bien? – pregunto Silvan, sin querer acercarse mucho mientras buscaba una forma de llevar la furia de su hermano lejos de Sky
– Si, claro, tal vez solo tenía hambre o algo – su padre no parecía opinar lo mismo. Silvan se acercó a él para que Sky pudiera llevar a Caníbal al establo
– Debimos matar a ese maldito dragón en la última plaga –
– Tal vez debimos matarte a ti si tan poco te importan los dragones, déjalo en paz, molestaste a su jinete y es un dragón temperamental, era algo que se podía esperar – Sky tiró suavemente de las riendas de Caníbal, no quería que la conversación ajena lo molestara y llevara a su dragón a volver a atacar a alguien
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Los reyes de los Dragones y la Piedra Esmeralda
FantasySky Skroll nunca pensó que llegaría a estar en la academia más prestigiosa para jinetes de dragones Vittani Nikolai necesitaba llegar a ella Sus destinos están atados al otro desde el inicio de todo y ya no hay forma de separarlos El nudo que los un...