24. Qué carajos hay en ese bosque

8 2 12
                                    


— Vittani, por última vez, que tu dragona sea gigante no significa que puedes amenazar a los demás con que va a comerlos — la regaño Silvan mientras se preparaban para entrenar

— ¡Me creen! — Sky soltó una carcajada desde detrás de Caníbal mientras ponía la montura

— Esa es la parte mala — se quejo el profesor, estirando su mano hacia ella para ayudarla a subir

— Al menos sabemos que no van a intentar atravesarse frente a ella mientras volamos — dijo Sky, subiendo a la montura de Caníbal antes de salir

— Tú ni siquiera tienes que amenazarlos, tu dragón literalmente se llama Caníbal, ¿Quién carajos se le va a poner delante? — Sky negó con la cabeza, riendo al verla guiar a su dragona a la fila de alumnos

— Recuérdame otra vez porqué ella y yo somos los últimos siempre — le preguntó a Aramis mientras Silvan ataba la cuerda de entrenamiento al primer dragón

— El vuelo de entrenamiento es algo que prioriza dragones jóvenes, y también un poco dragones pequeños, pues si los accidentes ocurren a causa del tamaño de los mayores, no cortaría el entrenamiento — respondió como un diccionario hablante, tan acostumbrado a la información que parecía repetirlo de forma automática

— Que lo sepas tan de memoria es aterrador — un estrepitoso grito hizo que todo se silenciara, incluso los dragones que andaban por los aires se detuvieron

Todos los jinetes observaron con toda la atención que pudieron lo que pasaba en el campo de viento, temerosos de mover siquiera un dedo

Ya no podían escuchar nada, pues los profesores, otra vez, se habían llevado al responsable del alboroto donde los demás estudiantes no pudieran escuchar

— ¿No viste quién era? — Vittani aprovechó su posición alejada del profesor para deslizarse por la espalda de su dragona hasta quedar lo más cerca que pudo de su amigo

— Era de viento, quizás si le preguntamos a Milo sepa algo — Aramis lo interrumpió

— Vitt, Silvan dijo que no se bajaran de las monturas — volvió a subirse en el lomo de su dragona, con el ceño fruncido y deseando que el dragón de Milo fuera más grande

Por lo que se sintió como una eternidad, ambos chicos esperaron con poca paciencia su turno para volar, y luego por fin cenar, aunque en realidad ninguno tenía hambre

— Extraño a Milo — mumuro Nevan durante la cena, con la cabeza aún mojada de Sky en su hombro

— Es que los libros se pasaron de interesantes — bromeo Devika, con la boca llena

— ¿No hay alguna parte de la educación vikinga que incluya etiqueta en la mesa? — pregunto Vanya, harta

— Hay una parte en la educación por Norelle Turner, pero no le preste atención — Sky no pudo evitar reírse con fuerza al escucharla, llamando la atención de unos ojos azules unas mesas a distancia

— Niños — Vittani se sobresaltó al ver la bandeja de Milo golpear justo frente a ella

— ¡Milo! — lo regaño, asustada

— Ya descubrí que le paso a la niña de viento hoy — obviamente todos en la mesa dejaron lo que hacían para escucharlo con toda la atención que lograron reunir — Ella estaba cerca del bosque — 

Los reyes de los Dragones y la Piedra EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora