Los reyes de los Dragones y la Piedra Esmeralda

25. Los dragones y los family issues vienen en paquete

— ¿Qué mierda le pasó? — preguntó Devika, impaciente

— Erik me dijo que escuchó a unas chicas en su sala común diciendo que escaparían del entrenamiento e irían al límite del bosque del árbol muerto con otros chicos, y que solo Fringilla Baulieu regreso, cubierta de líquido esmeralda, igual de espeso que la sangre — dijo Milo, tan bajo que apenas pudieron escucharlo

— Pero estaba consciente — dijo Sky, confundido

— Pero está enloqueciendo, dicen que la llevaron a las catacumbas de la escuela porque no dejaba de gritar y llorar, diciendo cosas sin sentido y tirando advertencias disparatadas —

— ¿Qué advertencias? — preguntó Vittani

— No deberíamos saberlo, ¿Los profesores saben lo que Erik te dijo? — interrumpió Nevan, pero nadie le prestó mucha atención

— Milo, ¿Que era lo que decían sus advertencias? —

— "Él va a encontrarlas", "Él viene por Anika", "Los reyes de los dragones no descansaran en paz", "sus dinastías van a eliminarse" — Sky apretó la mano de Nevan, viendo lo aterrorizado que estaba

— ¿Anika? ¿Anika la despiadada? — pregunto Vanya, pero Milo solo se encogió de hombros

— Él no escuchó nada más, y las catacumbas están bajo llave, así que dudo que podamos ir a preguntarle —

— Sky — el nombrado tuvo unas intensas ganas de clavarse el tenedor en el ojo al escuchar la voz de su hermano detrás de él

Nevan alejo un poco el utensilio de su alcance solo por si acaso

— ¿Qué? — la sequedad en su tono no sorprendió a su hermano, ambos se habían acostumbrado a ser extraños con infinidad de recuerdos juntos

— Papá quiere hablar contigo — el menor de ellos rodó los ojos, susurrando algo en el oído de Vittani y despidiéndose de sus amigos

— ¿No puede venir a buscarme él? — a pesar de sus quejas, Sky siguió a su hermano por el pasillo hasta sentir que alguien se le acercaba por detrás, y antes de que pudiera reaccionar, alguien lo alzó por la cintura y lo levantó por los aires

— ¡¿Pero qué carajo?! — una risa familiar acompañó su perplejo grito

— ¿Qué clase de vocabulario de mierda es ese? — preguntó Leo, dejándolo en el suelo otra vez

— El mismo que escuche del tarado de mi hermano toda mi vida, ¿Cuál es tu excusa? — Leo pasó su brazo por los hombros de su hermanito y lo abrazó con fuerza

— Me sorprende que crecieras tanto con lo poco que comes — comentó, viendo como su hermanito casi alcanzaba la altura de su nariz

— Dicen que si duermes creces — dijo, apartando su mano cuando trato de revolverle el pelo como a un niñito

— Tampoco entras en el caso — murmuró Chester

— Muy bien niños — Leo pasó sus brazos sobre los hombros de sus hermanos de manera protectora — hora de ver a papá, ¿quién tiene ganas de hacerlo? — ninguno respondió

— Eso pensé, que se pudra — y los llevó en una dirección totalmente opuesta