17. El festival

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– Sky, las dos son iguales, deja la camisa en paz – era la noche del festival, una semana después de lo que había pasado en la cafetería, y Sky no tenía idea de como estaba Dakaria. La verdad había sido un ahorro de estrés bastante bueno

– Yo no las veo iguales – le contestó a Devika, que junto con los gemelos, solo estaban esperando que Sky se decidiera

Devika se levantó de su lugar y tomó una de las camisas al azar, sin prestarles mucha atención porque eran prácticamente iguales

– Te pones esta y nos vamos, ni Piper se tarda tanto arreglándose – lo empujo dentro del closet y cerró la puerta para que se cambiara

– ¡Gracias! – escucho a Nevan decir, harto de esperar

– Ya termine, ¿Contentos? – los gemelos le dieron dos enormes sonrisas inocentes que lo hicieron rodar los ojos, negando con la cabeza mientras Devika arremangaba las mangas de su camisa

– ¿Por qué haces eso? –

– Hace calor – Devika intento acomodarle el salvaje cabello negro, bastante más largo de lo que Sky solía usar cuando su padre estaba al rededor. Él lo prefería así, y había conseguido que su padre no se lo cortara durante el verano así que estaba bastante contento con cómo se veía

Los cuatro se dirigieron al gran salón con prisas, pues por esperar a Sky se les había hecho tarde

– Adivinen a quién ya encontre – murmuró Sky cuando entraron al salón, cuando lo primero que se cruzó por su cambio de visión fue un gran hombre rubio con aspecto Vikingo

– Más les vale estar cuando Rosie los busque para bailar – dijo Devika, antes de despedirse de los gemelos al compás de un "señora, si señora" de sus amigos

– Vik, me gusta mi muñeca de esta forma, por favor intenta no dislocarla – como había esperado, Silvan estaba junto al padre de Devika, Gaïos Kian, que ya había comenzado a reírse de él

– No me parece gracioso – antes de que pudieran contestarle, un tornado de cabello pelirrojo y tela azul chocó contra Sky, tirándolo al suelo

– Puta madre – ninguno de los dos se había salvado del golpe, dándose bastante feo contra el piso

– ¿Qué le digo? Que no corra, ¿Que hace la idiota? Corre – Devika ayudó a sus amigos a levantarse, murmurando que después no se quejaran de ella

– Tengo una buena excusa para estar corriendo – contestó la pelirroja, acomodando la corona de flores en su cabeza

– ¿Y eso? – pregunto Devika, recibiendo una sobre su cabello

– Rose las hizo, corría porque no encontraba a ninguno de los dos, y porque mi mamá llegó – ambas se apresuraron a esconderse contra una de las paredes, justo a tiempo para que la pelirroja mujer no notara su presencia

– ¿Qué hacen ahí? – preguntó el padre de Devika, pero ninguna de las dos le contestó hasta que perdieron a la molesta mujer de vista

– Lo mismo que hacían Silvan y tú por si veían a alguno de sus padres – Devika vio al padre de Sky, probablemente buscandolo, y tiro con prisa de la muñeca de su amigo

– Si no nos movemos no nos ven – murmuró Devika

– No pueden esconderse toda la fiesta – la rubia jovencita chasqueó la lengua ante el comentario de Silvan, pero no soltó las manos de sus amigos

– Iré a avisarle a la bruja que aún no estoy muerta, como probablemente preferiría ella, y regreso, deseenme suerte – Devika hundió los hombros, molesta por no poder ayudar a su amiga

Los reyes de los Dragones y la Piedra EsmeraldaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora