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—¿Estás segura?—Cuestionó Grover con el ceño fruncido cuando Annabeth terminó de explicarle su teoría respecto a lo que podría haber pasado con sus amigos en el parque de Hefesto.
No le gustaba esa teoría.
—Solo por esta vez Grover, desearía estar equivocada—Confesó por lo bajo mientras le dedicaba una mirada a par de niños que se encontraban dormido frente a ellos.
Grover admitía que era bastante tierno y gracioso presenciar como Chris tenía su cabeza en el pecho de Percy mientras este la abrazaba como si tuviese miedo a perderla, sin embargo; luego de lo que Annabeth le dijo, no podía evitar mirarlos y pensar que no estuvo allí para protegerlos.
Después de todo, ambos sabía que la hija de Atenea nunca se equivocaba, generalmente no lo hacía, es por eso que tenían miedo ¿De verdad era posible renunciar a alguien? ¿A un Dios? ¿Qué podría ocasionar eso?
Sin embargo, debían preocuparse por terminar la misión, y ahora por comunicarse con el Sr. Q respecto a quién había ayudado a robar el rayo maestro de Zeus.
Agradecían a Ares por la bolsa llena de dinero y Dracmas.
—¿Eso hace algo?—Preguntó Grover después de abrir la escotilla para hacer que la luz entrar de golpe al vagón del tren.—Porque creo que estamos llegando
Chris, quién se había despertado hace un par de minutos justo a tiempo para que Annabeth les explicara su plan, soltó una carcajada cuando escuchó a Percy quejarse de la luz mientras abría sus ojos lentamente.
Admitía que se veía bastante adorable, incluso si babeada mientras dormía, quizás no había cambiado en nada, así fue la primera vez que lo vio en el campamento.
La diferencia era que ahora no le importaba si lo hacía.
Curioso, seguramente su ma... Artemisa estaría regocijándose por saber como pensaba de un hombre, o al menos de la mitad de uno.
—¿Chris?
Annabeth golpeó disimuladamente a su mejor amiga cuando notó como esta se quedaba viendo sin sentido alguno a Percy.
La joven, ahora, de hermosos ojos claros volteo con sus mejillas calientes hacia Grover para evitar ver como el chico de rulos le sonrió mientras se acomodaba su cabello.
¿Era muy pronto?; pensó Percy totalmente confundido mientras se levantaba del suelo para sentarse junto a Chris, ni si quiera él sabía lo que había pasado pero le gustaba, de sólo recordar lo que pasó en el Túnel de amor hacía que su estrés por terminara la misión de una vez por todas se disminuyeran cuando la veía.
Un punto más para Afrodita.
—Ahí, tengo una señal—Afirmó la de trenzas cuando movió el cuarzo transparente que reflejó en la pared metálica del vagón la luz que asemejaba un leve arcoíris.
